martes, 16 de diciembre de 2014

Las Posadas Navideñas


Las Posadas se crearon desde los primeros evangelizadores:

 El fraile agustino Diego Soria solicitó autorización al Papa para llevar a cabo
nueve misas en los días anteriores a la Navidad para celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo,

De acuerdo con la tradición, estas fiestas -dedicadas a conmemorar el triste peregrinar de José y María por los rumbos de Belen, se comenzó a celebrar en México desde tiempos de la Colonia.


Según los relatos tradicionales, el patriarca José, acompañado de su esposa María, caminó desde la ciudad de Nazaret a Belen para cumplir con sus obligaciones fiscales.
 Nueve días les tomó arribar a su destino. Al llegar, la Virgen estaba a punto de dar a luz a su hijo Jesús. Al ser rechazados en el mesón y en no pocos hogares, tuvieron que refugiarse en un establo que personas bondadosas les habían ofrecido. Este pasaje (conocido ahora como Las Posadas) se conmemora en varios países del mundo católico durante los nueve días anteriores a la Nochebuena.


En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula que autorizaba la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas misas, llamadas de aguinaldo,
  del 16 al 24 de diciembre
y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la Navidad
Luego de la misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.

Para la celebración:

- Se adorna la casa con faroles
 (y a veces con manteles) de papel picado
- Para la procesión, los invitados deben formar una fila y cantar los párrafos de la letanía, al frente de ellos deben ir los Santos Peregrinos
- Posteriormente, los asistentes se dividen en dos grupos: el primero pedirá posada fuera de la casa y el segundo se colocará dentro de ella para responder a los cantos y dar posada
- Al terminar el acto religioso, se repartirá la colación en canastitas de papel, además de las luces de bengala y los silbatos
- El momento más esperado de la posada llega: la ruptura de la piñata
- Una vez que se haya roto la piñata, se reparte una porción de fruta a cada invitado. Finalmente se dará por terminada la fiesta degustando un vaso con ponche o atole para contrarrestar el frío; éstos serán el complemento ideal de los tamales y los buñuelos hechos en casa

Las posadas son muy tradicionales en México durante la época navideña.
estas se realizan todos los días desde el 16 de diciembre hasta la noche del 24


 Se reza durante 9 días, rememorando los meses previos al nacimiento de Jesús y terminando con su llegada en el Pesebre de Belén. 
Se puede celebrar cada día en una casa diferente, usualmente de la familia, a manera de reencuentro  o bien, se tiene la costumbre de organizar a los vecinos por calles o cuadras y de este modo, a cada cuadra le va tocando la realización de cada una de las 9 posadas. 
Para una posada, los anfitriones preparan piñatas mexicanas y por supuesto platillos típicos de las fiestas.

Los anfitriones representan a los hosteleros y los incitados a la posada representan a los “peregrinos”,
quienes piden posada con un cántico..

Por lo que las personas rezan y cantan villancicos navideños cada día.
Los caseros ofrecen ponche, cañas, naranjas o mandarinas y una bolsita con dulces y cacahuates llamado aguinaldo o bolo,
 sin faltar las piñatas llenas de dulces.


La gente se reúne y forma una pequeña peregrinación a la cual se les reparten velas y se prenden para acompañar el “misterio” 
(estatuas o personas disfrazadas que representan a José, María, El Ángel y un burro) 
y cantar las letanías o villancicos, así se llega a la casa donde se pedirá posada y las personas dentro cantan para negarla hasta descubrir que se trata de José y María, entonces dejan entrar a toda la peregrinación cantando 
“entren santos peregrinos”; 


posteriormente se reza un rosario, y toca el turno a romper la piñata.

La piñata
 (fue utilizada por los evangelizadores para mostrarles lo que era la tentación)
 se hace con una olla de barro dándole la forma de una estrella de siete picos, los cuales representan los siete pecados capitales y se cubre con papel de colores llamativos, y se rellena de dulces y fruta, una vez lista la piñata representa al demonio.
 Para romperla primero se cuelga, se venda a los niños
 ( se les giraba en treinta y tres vueltas en recuerdo de los treinta y tres años que vivió Cristo), 
ya que esto representa la fe, la cual nos permite continuar sin necesidad de ver, el palo de madera con que se le pega representa a Dios, que da la fuerza para vencer las tentaciones. Una vez que se rompe la piñata caen los dulces y fruta que contenía, lo que representa el amor de Dios, ya que al destruir el mal se obtienen las bendiciones de Dios.


Mientras se rompe la piñata, los anfitriones reparten jarritos de barro, llenos de delicioso ponche hecho a base de frutas como manzana, ciruela pasa, tejocote, caña de azúcar, guayaba, naranja, limón, vino tinto, té, agua y azúcar; y para los mayores se le añade un chorrito de aguardiente, de ron o de tequila.


Ya con las frutas y las colaciones de la piñata en la mano o mejor dicho en un bolsita, para poderlos llevar consigo, comienza la merienda que generalmente consiste en tamales, atole, chocolate, buñuelos aderezados, ya sea con azúcar y canela en polvo o con miel de piloncillo, a la que se le habrá añadido canela en raja.





Finalmente al término de la posada se reparten “aguinaldos”, o bolos que son pequeñas bolsas, con dulces, fruta y colación.





Y ya para el último día la posada regresa a la casa de donde salió y colocados los peregrinos en el "Nacimiento" a la media noche, acabada la cena, se arrulla al Niño Dios con un rorro propio y se le coloca en el Pesebre, con lo que se da fin a los festejos de este día.
La representación del peregrinar de María y José termina el día 24 de diciembre, cuando finalmente son recibidos y ahí se prepara el Nacimiento y la fiesta. 

Actualmente no todas las familias conservan las costumbres del pasado y esto se ha agudizado durante los últimos lustros. En muchas ocasiones, las posadas se han convertido en bailes de salón, donde ya no se recuerda la razón del festejo. Sin embargo, vale la pena revivir la tradición de las posadas clásicas como lo hacen en algunas vecindades o conjuntos habitacionales donde todos los vecinos colaboran, y cada quien se encarga de algún aspecto de los preparativos para hacer la ocasión lúcida y agradable.


¿Por qué duran 9 días las posadas?

Aunque el peregrinar de José y María no duró nueve días, los frailes, lo acomodaron así para conseguir una novena y se le dio a cada día un significado:

1. La humildad para convivir con armonía.
2. La fortaleza para realizar los deberes diarios.
3. El desprendimiento para rechazar todo deseo que desvíe de la fe cristiana.
4. La caridad, amar al prójimo.
5. La confianza en la misericordia divina.
6. La justicia para obrar con rectitud.
7. La pureza para rechazar al Maligno.
8. La alegría para alcanzar el cielo.
9. La generosidad para entregarse al servicio de Dios.

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