Un dogma es una doctrina sostenida por una religión u otra organización de autoridad y que no admite réplica, es decir, es una creencia individual o colectiva no sujeta a prueba de veracidad, cuyo contenido puede ser religioso, filosófico, social, sexual, etc.
La enseñanza de un dogma o de doctrinas, principios o creencias de carácter dogmático se conoce como adoctrinamiento.
La percepción que tenemos de las situaciones que vivimos, influye directamente sobre nuestras emociones y nuestras conductas, de forma que no es una situación por sí misma la que determina lo que uno pueda sentir, sino la forma en la que interpretamos la situación o la realidad a la que nos enfrentamos.
Un dogma es un principio o creencia que es considerado como verdad absoluta.
Ejemplos de dogmas católicos son la existencia de Dios, Jesús y la Santísima Trinidad. No obstante, otras religiones del mundo, como el judaísmo, el hinduismo o el islamismo, también se sustentan sobre sistemas de creencias que constituyen doctrinas de carácter dogmático.
Como decía Epicteto filósofo griego
“Los hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las opiniones sobre las cosas"
Como la muerte, que no es nada terrible, sino que la opinión sobre la muerte, de que es algo terrible, eso es lo terrible.
Para Sócrates, la muerte nada tenía de horrible, pues la consideraba algo natural; pero el que la considera horrible, la más mínima indisposición corporal lo puede poner a temblar.
Así que cuando suframos impedimentos o nos veamos perturbados o nos entristezcamos, nunca responsabilicemos a otros, sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones y creencias.
“Desgraciadamente, la opinión tiene más fuerza que la verdad”,
La Opinión es el concepto o juicio que nos formamos de una cosa. Es tan poderosa la opinión que tenemos sobre algo, que el refrán popular dice:
“Casarse uno con su opinión”.
Nuestras opiniones o creencias sobre el mundo que nos rodea se forman a partir de nuestra experiencia biográfica, de lo que nos ha inculcado nuestro entorno más cercano (familia, escuela, grupo social, etc,), y este dependerá de la cultura a la que pertenezcamos y del contexto histórico-político-económico en el que nos desarrollemos como individuos. Cuando nuestra opinión sobre algo está muy arraigada, se convierte en una creencia; puede nuestra opinión estar totalmente equivocada por no estar de acuerdo a la realidad, pero a nosotros nos parece la verdad más evidente, por lo que al defenderla sin ningún fundamento en la realidad, pasamos al dogmatismo, y a la más terca necedad.
Estas creencias se interiorizan y, a menudo no son puestas en duda, sino que funcionan como automatismos. Como el elefante del cuento, atado a una estaca desde muy pequeño, y después de haber intentado liberarse en diversas ocasiones acaba creyendo que “no puede liberarse”.
La percepción no es errada en ese momento, es un juicio basado en la evidencia, en la realidad, pero que no debería generalizar al resto de su vida.
La vida sufre cambios, como un río, que siendo siempre un río nunca lleva la misma agua… el elefante no aprecia su crecimiento y con él, el incremento de su fuerza más que suficiente para arrancar una pequeña estaca, sino que sigue creyendo que sigue siendo aquel pequeño sin fuerza, sin recursos …
y ya no lo intenta más.
El elefante, una vez liberado de su estaca se verá obligado a olvidar muchos de los números acrobáticos (creencias irracionales) que le enseñaron porque ya no le serán de utilidad en su nueva vida y, deberá buscar dentro de sí los recursos de los que dispone y nunca supo de ellos; aprender nuevos y, muy probablemente, buscar la colaboración de otros iguales que le muestren la “otra” vida y, construir la suya propia, una vida íntimamente suya.
Serían así dogmas no sólo las llamadas verdades de la religión católica, sino las de cualquier otra religión, o cualquier otra creencia que es proclamada verdad indiscutible y no tiene sentido esperar que la iglesia "mejore".. para cambiar la mentalidad o creencias de las personas, lo único que tendrían que decir es la verdad. la verdad es lo que ya muchos saben, las religiones son una forma de control social... y la biblia no es literal, Jesús significa: TU CONCIENCIA... la biblia es una mezcla de alegorías y metáforas psicológicas que sirven a la vida humana. Los fanáticos religiosos viven en una constante ignorancia, y eso es lo que la iglesia mantiene, no quieren que las personas tengan conocimientos, no quieren que nos hagamos cargo de nosotros mismos.
Somos uno con dios y el universo, esa es la gran verdad.
Debemos esforzarnos en ser críticos con nuestras creencias más arraigadas, con nuestras representaciones de la realidad que pueden entorpecer nuestro crecimiento como personas y nuestro camino hacia una mayor felicidad o bienestar. Y sobre todo, no debemos amedrentarnos ante el mundo que se abre frente a nosotros cuando nos liberamos de nuestras estacas… de nuestras creencias irracionales. el miedo a la libertad , el miedo a la soledad, la angustia que provoca la incertidumbre…
¿Qué está bien y qué no lo está?,
¿Qué es lo correcto y qué no?,
¿Qué tiene valor y qué no?… .
Debemos tener en cuenta que todos poseemos una capacidad de pensamiento crítico, el que hagamos uso de ella depende de nosotros.
Nos acomodamos a nuestra realidad como única posible, pero como dice el slogan “otro mundo es posible”, otras vidas son posibles… No existe un único guion vital al que nos encontremos definitivamente ligados, la vida cambia, ningún día es exactamente igual al anterior, y en ocasiones, nuestra vida da un giro inesperado, y debemos readaptar nuestro guion de vida, nuestras creencias, nuestros esquemas cognitivos a esa nueva realidad, nunca al revés, sino lo que conseguiremos es frustración, angustia, tristeza y, parálisis, lo que condicionará no sólo nuestro presente sino también nuestro futuro.
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