Una historia que pudo ser distinta…
si hubiera escuchado mi intuición.
Cuando algo no te late… ¡vete!
No estás obligada a quedarte donde no te sientas bien.
No tienes que justificarte, ni explicar por qué te alejas. Basta con que no te sientas segura, basta con que algo en ti diga: “esto no está bien”.
A veces esa vocecita interior no grita… susurra.
Pero si aprendes a escucharla, te puede salvar.
No importa si todos a tu alrededor te dicen que exageras, que "no pasa nada"...
Hazle caso a tu intuición. Protégete. Elige tu paz antes que complacer a los demás.
Ella confió.
Ignoró esa sensación extraña, ese no sé qué que le decía que algo estaba mal.
Una decisión, un momento, lo cambió todo.
Y hoy… ya no está.
Su historia no es una leyenda urbana.
Es un recordatorio profundo, urgente, desgarrador:
¡No te traiciones para encajar!
No minimices lo que sientes.
No normalices lo que incomoda.
Porque a veces, no hay segunda oportunidad.
Confía en ti. Cuídate.
No te calles. No te quedes.
Hazle caso a tu voz interna… aunque nadie más la escuche.
Por ella,, por ti, por todas.
Comparte este mensaje con quienes amas.
Puede ser ese empujoncito que salve una vida.
Una historia que pudo ser distinta… si hubiera escuchado mi intuición.
https://lasanalogiasdeadanary.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario