miércoles, 4 de junio de 2014

EL ELEFANTE ENCADENADO (Jorge Bucay)


Rompe las cadenas de tu pensamiento y romperás también las de tu cuerpo.
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba eran los animales.
Me llamaba poderosamente la atención, el elefante.
Durante la función la enorme bestia hacía gala de todo su peso, un tamaño y una fuerza descomunales. Pero después de su actuación, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de raíz con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.

¿Qué lo mantiene?
¿Porqué no huye?
Cuando era chico, 
pregunte a los grandes.

Algunos de ellos me dijeron que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces, la pregunta obvia… 
Si está amaestrado, 
¿porqué lo encadenan? 
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Hace algunos años descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta. 
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. Cierra los ojos e imagina al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca.
En aquel momento, 
el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca, era ciertamente, muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a intentar, y también el otro, y el que seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque CREE QUE NO PUEDE
El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor, es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente si podía. y Jamás, jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez..


Y tu, tienes algo de elefante?
Todos somos un poco como el elefante del circo, vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad, pero son nudos mentales que podemos eliminar. Si crees que no puedes realizar algo estarás en lo cierto, si crees que si puedes sabiendo que existen muchas formas de intentarlo también estarás en lo cierto. Lo que creas esa será tu realidad.

La creencias mentales, limitantes e inculcadas por los demás se pueden eliminar con naturalidad, solo si tu lo deseas y crees en ti. Una Actitud optimista y ganas de proyectar en el exterior tus ilusiones te ayudarán a encontrar los medios necesarios a través de personas o situaciones muchas veces inesperadas pero que te abrirán puertas que te llevarán a tu realización personal.

Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo... No puedo y nunca podré. Muchos de nosotros crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.
La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento 
TODO TU CORAZÓN .
Antes de finalizar, quiero salirme de la parábola y trasladarnos a la realidad que viven los animales de circo. Todos sabemos de los maltratos que ellos sufren para ser entrenados. El estado natural de estos animales es la libertad y, claro está, la no tortura. Para tal fin, no favorezcas ninguno de estos “espectáculos”. 
Si no hay clientes, no hay negocio.

En tu País sigue habiendo animales en el circo ?


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