¿Qué es lo que más quieres en la vida?
Muchos contestaríamos que nuestro sueño es ser feliz, pero cómo conseguir esa felicidad, si pareciera que cada vez el dinero nos consume más de lo que nosotros deberíamos hacer uso de él.
Pues veamos el dinero no hace la felicidad.
De hecho, podríamos vivir tranquilamente en un mundo sin billetes.
Un ejemplo vivo de esto es Mark Boyle, un irlandés que era administrador de una enorme compañía de comida orgánica, y que ganaba un suculento sueldo, lo que incluso le permitió comprar un yate, donde un día, con un amigo hablaron acerca de lo que estaba mal en el mundo, y de cómo evitar lo que lo destruía y a las personas en él.
Marcos Boyle también conocido como
El hombre sin dinero
(nacido el 8 de mayo de 1979)
es un irlandés activista y escritor mejor conocido por haber fundado la Freeconomy Comunidad en línea, y para vivir sin dinero desde noviembre de 2008. Boyle escribe regularmente para el Blog Freeconomy y el periódico británico The Guardian. Su primer libro, El hombre sin dinero: un año de freeconomics Living . fue publicado en 2010 ... Boyle vive actualmente cerca de Loughrea en el oeste de Irlanda.
“Hice una lista de todo lo básico que necesitaba para sobrevivir. Adoro la comida, así que eso era lo primordial.
Hay cuatro patas en la mesa de la comida gratis: recolectar comida salvaje, cultivar, hacer trueques y utilizar comida desperdiciada, pero hay muchas otras formas.”
Para tener alojamiento, entró como voluntario en una granja orgánica la cual ayudó a renovar para que no dependiera de energía eléctrica. Aquí se dio cuenta de la importancia de no desperdiciar ningún recurso disponible.
“Si cultiváramos nuestra propia comida, no desperdiciaríamos el 30% de ella.”
Mark se bañaba en un río, utilizaba periódicos para ir al baño, para desplazarse usaba su bicicleta y para alumbrarse, velas hechas con cera de abeja.
El Irlandés Mark Boyle probó a vivir sin dinero, una vida sin ingresos, sin cuentas bancarias, sin gastos.
Si alguien me dice hace 7 años que un ejecutivo licenciado en económicas, podría vivir sin dinero, nunca lo hubiera creído.
El plan era tener un gran trabajo, ganar todo el dinero que me fuera posible y comprar todo lo que nuestra sociedad piensa que es exitoso. Comenta Mark de como veía el su mundo antes de esta aventura.
Nos recuerda mucho a la historia que un día publicamos, aunque menos radical, de aquel banquero que se retiro para criar peces y cultivar plantas en su apartamento de New York.
Durante un tiempo lo hizo, era gerente de una gran empresa de comida orgánica, ganaba lo suficiente como para tener un buen yate en el puerto.
Pero un día, todo cambió, después de ver un documental sobre Gandhi. Si no fuera por ese vídeo aun haría lo mismo que hacia antes.
Ese fue el punto de partida que lo ha llevado a estar 15 meses viviendo sin un solo euro.
Una noche, en su yate, hablando sobre la vida con una copa de vino en la mano, reflexionaban en como ellos dos podían cambiar el mundo.
Solo ellos, dos pequeñas gotas de agua en un gran océano.
Hablaron de la destrucción ambiental, de las guerras por los recursos naturales, de la explotación laboral, de las granjas industriales, de tantas y tantas cosas que han llevado a este planeta a su límite. Recordaba una frase de Gandhi que le había marcado en el documental:
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.
Después de aquella noche lo comprendió.
Todas aquellas cuestiones no estaban tan poco relacionadas como el pensaba, todas tienen una causa común. Ya no vemos las consecuencias que nuestro consumismo desmesurado tiene en las personas, el medio ambiente o los animales.
No somos conscientes del nivel de destrucción y sufrimiento encarnado en los productos que consumimos a diario.
“Irónicamente, he encontrado que este año ha sido el más feliz de mi vida. Tengo más amigos en mi comunidad que nunca, no me he enfermado desde que empecé, y nunca he estado más en forma.
He encontrado que la amistad, no el dinero, es la verdadera seguridad. Que la mayoría de la pobreza de occidente es espiritual, y que la independencia es realmente interdependencia.”
Así que para ser el cambio que quería ver en el mundo debería vivir sin dinero, renunciar a él como mínimo un año de su vida. Llegó a hacerlo tres años.
Muchas personas no quieren hacer sufrir a las demás, pero la mayoría no saben realmente lo que su consumo afecta a los demás.
¿Ves?
El dinero no hace la felicidad.
Quizás no podamos ser tan radicales y vivir sin dinero de un momento para otro, pero si empezamos a ser un poco menos consumistas y a preocuparnos de las cosas que realmente importan como la familia los amigos, la madre Tierra, podremos vivir una vida en paz y feliz.
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