"¡Qué rico hueles, mi vida!"
"¡Qué perfumada, mi amor!"
Éramos recién casados.
Fueron frases de rigor.
Después del baño él olía
a Yardley o qué sé yo,
mientras yo me perfumaba
con frascos de Christian Dior.
Pero hoy... ¡Qué diferencia!
Él huele a ungüentos, y yo
a la Pomada del Tigre,
que me pongo al por mayor.
¡Cómo han cambiado los tiempos
de cuando él me conoció!
Antiguamente lucían
encima de mi buró
una rosa, su retrato,
un perfume y un reloj.
¿Ahora? Un frasco de aspirinas;
el ungüento de rigor y el omeprazol;
unas vendas; mis anteojos;
las píldoras de alcanfor;
la jeringa, la ampolleta,
el algodón y el alcohol.
Y en su buró, amontonados
para que quepan mejor,
un vaso para sus "puentes";
el frasco de la fricción;
un libro abierto; sus lentes;
jarabe para la tos;
y agua para el eutirox, la aspirina
por si nos viene un dolor...
Sin embargo no añoramos
"lo que el viento se llevó".
Recordamos lo que fuimos,
y vivimos nuestro hoy.
En las mañanas, sin prisas,
siempre la misma canción:
"¿Cómo dormiste, mi cielo?"
"Un dolor me despertó"...
"¿Cómo te sientes, mi vida?"
"Hoy tengo fuerte el dolor".
Y por las noches, acaso
recordando algo mejor,
oliendo a salicilato,
a pomadas y a inyección,
repetimos lo de siempre,
lo mismo de ayer y hoy:
"Que duermas muy bien, mi vida".
"Que duermas muy bien, mi amor".
El verdadero amor es eterno, infinito.
El aspecto puede cambiar, pero no la esencia.
Es equilibrado y puro, sin manifestaciones violentas: se tiene los cabellos blancos y se es siempre joven en el corazón.
Todos hemos nacido para amar....
es el principio de la existencia y su único fin.
“Y vivieron juntos para siempre”.
Parece una frase cliché, de los cuentos de hadas y princesas, cuando llegaba el príncipe sobre un corcel blanco y le daba un beso a la doncella…
Uno de las motivaciones de las personas es buscar el amor en la vida,
el que es eterno y que, a pesar de cualquier obstáculo, siempre se mantiene.
Pero ¿qué pasa con todos los divorcios que hay en la actualidad? Bueno, los investigadores de la Universidad de Harvard dieron con algo que podría cambiar ese panorama tan desolador y que lleva a muchos a la depresión.
“Para que una pareja vaya bien ...
se necesitan dos personas que caminen en la “misma dirección”
pero no es necesario que opinen igual en todo ni que quieran las mismas cosas, sólo que sean conscientes de los deseos de la otra parte.
La clave de todo esto es la empatía.
Es decir, la capacidad de sentir como el otro, o ponerse en el lugar del otro,
o ponerse en los zapatos de otro, de percibir y entender las emociones que no son suyas”. esto podría ser la clave para dar con el amor eterno.
También algo muy importante es de que no nos juzguemos unos a otros y aceptarnos tal como somos.
Tanto hombres como mujeres se encuentran plenos cuando su pareja es capaz de darse cuenta cuando algo no va bien en la relación.
“Esta atención hacia el otro es importante porque ayuda a perfeccionar el conocimiento de las emociones involucradas en el matrimonio. También implica una mirada amable, y significa que se pueden solucionar los problemas juntos sin juzgarnos”.
¿Y TU crees en el amor eterno?
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Gracias
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