La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría han declarado que los niños de 0 a 2 años de edad no deberían tener ningún tipo de exposición a la tecnología.
En el caso de niños de 3 a 5 años su uso debería restringirse a sólo una hora diaria, y en los niños de 6 a 18 años debería limitarse a 2 horas por día. Los niños y jóvenes usan tecnología de 4 a 5 veces más que la cantidad recomendada, con consecuencias graves que a menudo pueden llegar a poner en peligro sus vidas. Los dispositivos portátiles (como los teléfonos celulares, las tablets, y los videojuegos) han aumentado dramáticamente el acceso y el uso de la tecnología, especialmente en los niños de muy temprana edad.
A continuación, encontrarán 10 razones, basadas en investigaciones, para fundamentar esta prohibición.
1. El rápido crecimiento del cerebro
Entre los 0 y 2 años, el cerebro de los niños triplica su tamaño, y continúa desarrollándose rápidamente hasta los 21 años de edad.
El desarrollo temprano del cerebro está determinado por los estímulos ambientales, o por la falta de ellos. Estimular a un cerebro en desarrollo a través de la sobreexposición a la tecnología (teléfonos celulares, internet, iPads, TV), ha demostrado tener una relación con la función ejecutiva y el déficit atencional, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y la disminución de la capacidad autorregulatoria, por ejemplo, las rabietas.
2. Retraso del desarrollo
El uso de la tecnología restringe el movimiento,
lo que puede resultar en un retraso en el desarrollo. Hoy en día, uno de cada tres niños comienza la escuela con algún tipo de retraso en su desarrollo, lo que impacta de forma negativa la alfabetización y el rendimiento académico. El movimiento mejora la atención y la capacidad de aprendizaje. El uso de la tecnología en niños menores de 12 años es perjudicial para el desarrollo infantil y el aprendizaje.
3. Epidemia de Obesidad
El uso de la televisión y los videojuegos está relacionado con el aumento de la obesidad.
Los niños que tienen permitido tener un dispositivo en sus dormitorios tienen un 30% más de riesgo de ser obesos. Uno de cada cuatro canadienses, y uno de cada tres niños estadounidenses son obesos.
El 30% de los niños con obesidad desarrollan diabetes, y las personas obesas tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebro-vascular y un ataque cardíaco, lo que acorta gravemente la esperanza de vida. Principalmente debido a la obesidad, los niños del siglo 21 podrían ser la primera generación que no sobreviva a sus padres
4. Déficit de sueño
El 60% de los padres no supervisa el uso de la tecnología de sus hijos, y al 75% de los niños se les permite tener algún tipo de tecnología en sus habitaciones.El 75% de los niños entre 9 y 10 años sufre de privación del sueño y como consecuencia, sus calificaciones se ven negativamente afectadas.
5. Enfermedades mentales
El uso excesivo de tecnología es un factor determinante en el aumento de las tasas de depresión infantil, ansiedad, trastorno de vinculación, déficit atencional, autismo, trastorno bipolar, psicosis y el comportamiento problemático. Uno de cada seis niños canadienses sufre de una enfermedad mental diagnosticada, muchas de los cuales requieren de una medicación psicotrópica peligrosa.
6. Agresión
El contenido violento de los medios puede provocar agresión infantil. Los niños pequeños están cada vez más expuestos a la creciente violencia física y sexual que está presente en los medios de comunicación de hoy en día.
El videojuego “Grand Theft Auto V” retrata explícitamente temas sexuales, asesinato, violación, tortura y mutilación, al igual que muchas otras películas y programas de televisión. Los EE.UU. ha categorizado la violencia en los medios como un riesgo de salud pública, debido al impacto causal en la agresión infantil. Informes de los medios muestran un aumento del uso de restricciones y habitaciones de aislamiento para los niños que exhiben una agresión descontrolada.
7. Demencia digital
La alta velocidad de los contenidos en los medios puede contribuir al déficit atencional, así como a la disminución de la concentración y la memoria, debido a que se genera una poda cerebral de las huellas neuronales en la corteza frontal.
Los niños que no pueden poner atención, no pueden aprender.
8. Adicciones
Al mismo tiempo que los padres se apegan más y más a la tecnología, ellos se desconectan más y más de sus hijos. Ante la ausencia de apego a los padres, los niños que se sienten desconectados pueden acercarse a los dispositivos, lo que puede resultar en adicción. Uno de cada 11 niños entre 8 y 18 años son adictos a la tecnología.
9. Emisión de radiación
En mayo de 2011, la Organización Mundial de la Salud clasificó a los teléfonos celulares (y otros dispositivos inalámbricos) como un riesgo de clase 2B (posible cancerígeno), debido a la emisión de radiación, James McNamee junto con Salud de Canadá en octubre de 2011, emitió una advertencia, diciendo que “Los niños son más sensibles a una variedad de agentes, en comparación con los adultos, ya que sus cerebros y sistemas inmunológicos aún están en desarrollo, por lo que no se podría asegurar si el riesgo sería igual para un pequeño adulto como para un niño”. En diciembre de 2013 el Dr. Anthony Miller de la Universidad de la Escuela de Salud Pública de Toronto recomendó, basándose en una nueva investigación, que la exposición a las radiofrecuencias debería ser clasificado como 2A (probable cancerígeno), y no como 2B (posible cancerígeno). La Academia Americana de Pediatría solicitó la revisión de las emisiones de radiación de los campos electromagnéticos que producen los dispositivos tecnológicos, citando tres razones relacionadas a la repercusión que tienen sobre los niños.
10. Insostenible
Las formas en que los niños son criados y educados con tecnología dejaron de ser sostenibles. Los niños son nuestro futuro, pero no existe un futuro para los niños que abusan de la tecnología. Un enfoque en equipo es urgente y necesario, para así poder reducir el uso de la tecnología en los niños.
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