sábado, 31 de agosto de 2024

10 pasos para sanar a nuestro Niño Interior herido


Nuestra niña o niño interior herido puede llegar a dominar nuestra vida por completo desde su vacío y dependencia emocional, su inseguridad, sus reacciones emocionales automáticas, sus miedos, su necesidad de control, sus adicciones y un largo etc…
¿Cómo saber si estamos actuando y reaccionando desde la niña interior herida?
Cuando actuamos desde la niña herida solemos hacer o decir cosas de las cuales luego nos arrepentimos.
Cuando actuamos desde la niña interior no hay control, no estamos decidiendo lo que hacemos y decimos, sino que actuamos de forma compulsiva e impulsiva.

Cuando actuamos desde la niña reaccionamos de forma automática y en muchas ocasiones de forma descontrolada y desproporcionada contra las personas equivocadas y más vulnerables: nuestros propios hijos.
Cuando actuamos desde la niña nos solemos sentir mal internamente.
Cuando actuamos desde la niña no vemos ni sentimos al otro. Estamos pendientes de nuestras necesidades sin tener en cuenta las del otro.
Cuando actuamos desde la niña estamos buscando la aprobación y la mirada del otro, pero de forma desplazada, desesperada y en ocasiones de forma violenta.
Cuando actuamos desde la niña interior herida estamos mostrando y actuando desde nuestra sombra y desde nuestra herida primaria de infancia.
¿Deseas Sanar la Herida Primaria de tu niña Interior Herida?

Paso 1:
La toma de conciencia: saber que lo que nos pasó siendo niños no solamente nos afectó entonces, sino también hoy como adultos. Para poder comprender qué nos pasa hoy, necesitamos revisar, saber, comprender y aceptar qué nos pasó siendo niños. Lo que tuvimos que reprimir, anestesiar, negar, ignorar, mandar a la sombra e incluso olvidar siendo niños se nos actualizará (manifestará) y saldrá siendo adultos de forma automática o desplazada a menos que esté resuelto o sanado. Tomar conciencia nos permitirá empezar a aceptar nuestra verdad. La verdad no es buena ni mala, la verdad es la que es. La verdad nos liberará y nos sanará.
Paso 2:
Nombrar los hechos y nuestras necesidades: nuestra identidad se construye a partir de lo que ha sido validado y nombrado. Dar voz a la realidad infantil del niño o niña que fuimos es urgente y vital. Con ayuda externa, o sin ella, es vital nombrar la verdad de nuestra vivencia desde el punto de vista del niño que fuimos para poder liberarnos y sanarnos. En muchas ocasiones necesitaremos de algo o alguien (la figura de un testigo, terapeuta, libro, curso…) que nos ayude a conectar, ver y sentir a ese niño-a que fuimos para permitirnos darle voz y liberarle y sanarle. Cuando nombramos los hechos, nuestras necesidades y le damos voz es cuando empieza a dejar de necesitar dominar nuestra vida.
Paso 3:
Aceptar y no negar ni minimizar: Aceptar que nuestra infancia no fue todo lo feliz que nos contaron o que hemos preferido creer es muy doloroso. También duele aceptar que nuestras necesidades infantiles y juveniles más básicas, primarias, emocionales, espirituales, sociales e incluso intelectuales no pudieron ser satisfechas o acompañadas como legítimamente esperábamos y necesitábamos. Reconocer y aceptar que no fuimos amados (incondicionalmente) cómo verdadera y legítimamente necesitábamos es lo que más duele. Aceptar esta verdad puede hacer tanto daño que muchas personas no podrán empezar un proceso de indagación personal. No obstante, aceptar nuestra verdad es el único y directo camino a la liberación, sanación y transformación. La verdad sana y libera a nuestro ser esencial: Nuestra niña interior herida.
Paso 4:
Validar nuestras emociones y necesidades: dar voz a todas nuestras emociones reprimidas en infancia es vital, urgente y absolutamente liberador, sanador y transformador. Validar todas nuestras necesidades no satisfechas también es vital y urgente para que nuestro niño interior pueda confiar en nosotras ahora que somos adultas. Necesita saber y confirmar que no estaba equivocado-a necesitando eso que tanto le faltó y no pudo obtener. Necesita un aliado que le de apoyo para superar su abandono emocional. La confianza es vital para poder sanar el dolor original primario. Nuestra niña interior herida sólo nos tiene a nosotras hoy, aquí y ahora. No estaba equivocada sintiendo o necesitando eso de niña. Nunca lo estuvo. Cuando validamos al niño que fuimos empieza a sanar y dejar de manifestarse a través de nosotras.
Paso 5:
Revisar el grado de soledad: ver el grado de soledad que tuvimos que soportar y sostener en infancia y adolescencia puede ser desgarrador para algunas personas. Muchas personas pensamos que lo peor de nuestra infancia fueron los hechos, las palabras, la vivencias y algunas experiencias. No obstante, un golpe, una bofetada, un insulto o incluso un abuso… no fueron lo peor. Lo peor fue tener que vivirlo en SOLEDAD. No tener en quien poder confiar lo suficiente. Lo más traumático desde la vivencia real infantil del niño-a que fuimos, repito, no fueron los hechos y vivencias en sí mismas, sino la soledad con la que tuvimos que vivirlas. No teníamos a nadie a quien acudir, estábamos desesperadas. Los sentimientos más profundos de dolor son la soledad y la vergüenza. Estábamos avergonzadas por necesitar o sentir y por el abandono emocional de nuestros padres como si no mereciéramos su amor, o su mirada, o su presencia. Esa vergüenza conduce a la soledad. Si hubiésemos tenido la certeza de que importábamos a alguien no hubiésemos estado tan solas, tendríamos a quien acudir y en quien confiar. Si no tuvimos a quien acudir es porque nos sentíamos solas, inseguras y abandonadas. Si nos sentíamos solas e inseguras es porque nadie nos dio la suficiente seguridad ni la certeza de que merecíamos. Mamá no nos protegía lo suficiente.
Paso 6:
Nuestro sentimiento de culpa o remordimiento: ayudar a nuestro niño interior a ver y sentir que no había nada que él o ella pudiera haber hecho diferente, que NADA fue su responsabilidad ni (mucho menos) su culpa, que todo su dolor proviene de lo que le pasó y de lo que le hicieron y de todo eso que le faltó y que tanto necesitaba de niño y adolescente. También provenía del dolor de la soledad y de que nadie nombrará su verdadera realidad infantil. El niño SIEMPRE es víctima, NUNCA culpable ni responsable. Su dolor le fue infringido, ese dolor no nace ni proviene de él. Es un síntoma del vacío y abandono emocional.
Paso 7:
Permitirnos sentir enfado, odio o ira: es normal, humano, biológico, necesario, sano y totalmente legítimo sentir y expresar rabia, odio, frustración o estar enfadadas cuando muchas de nuestras necesidades y emociones fueron juzgadas, criticadas, silenciadas, ignoradas y demás… Es normal, humano, biológico, necesario, sano y totalmente legítimo sentir y expresar rabia, odio, frustración o estar enfadadas cuando se siente el maltrato en nuestras entrañas en forma de control, abuso, soledad y abandono o falta de mirada en todo nuestro ser. Tenemos derecho y es absolutamente sano sentirnos heridos si nos han herido. Lo anti-natural fue tener que negarlo, silenciarlo, reprimirlo, ignorarlo, anestesiarnos o incluso olvidarlo para dejar de sentirlo y poder sobrevivir. Olvidar ayuda a la niña-o a sobrevivir, no obstante no ayuda al adulto a sanar. Es vital trabajar en los puntos 2, 3 y 4.
Paso 8:
Permitirnos sentir tristeza y pena: Después de la ira suele venir una profunda tristeza o una gran pena por todo lo que ahora vemos, sabemos y sentimos. Nos hubiese gustado que todo fuera de otra manera. Merecíamos que todo hubiese sido de otra manera. La toma de conciencia nos duele en lo más profundo de nuestra alma y en el corazón del niño que fuimos. Sentir su dolor, su desespero y sobretodo su soledad es desgarrador y nos puede llegar a abrumar mucho, no obstante, es lo único que nos ayudará a sanarlo y liberarlo de nuestro interior. Dejará de necesitar manifestarse a través de nuestras en forma de reacciones emocionales automáticas, vacíos, gritos, enfado, depresión, tristeza, control, miedo, inseguridades, fobias, obsesiones, perfeccionismo, falta de poder de decisión, adicciones… Permitirnos sentir la tristeza y la pena de nuestra niña interior herida nos ayudará a convertirnos en la gran persona que vinimos a ser y desde allí poder dar y amar más y mejor a los nuestros.
Paso 9:
Compromiso, responsabilidad y transformación: cuando nos responsabilizamos de nuestra niña interior y nos hacemos cargo de ella y de todo lo que ahora ya sabemos y sentimos sobre ella, entonces, podremos empezar nuestro verdadero proceso de transformación personal. Sanar la Herida Primaria de nuestra niña interior es transformar todo lo que, hasta ahora, hemos hecho con todo eso que nos pasó: solemos huir, estar en el hacer, no podemos estar presentes, gritamos, pegamos, ordenamos, limitamos, controlamos, exigimos, abusamos… ¿Quieres seguir allí? No, ¿verdad? La toma de conciencia inicial pasa a ser parte activa en el proceso ahora. Necesitamos tomar nuevas decisiones conscientes aquí y ahora y responsabilizarnos de ellas hoy. Ya comprendemos y sabemos el porqué de muchas de nuestras actitudes y emociones, ahora toca hacer algo al respecto. Ahora toca ponerte en acción. Sin acción no hay transformación. Nunca es tarde para empezar a sanar y empezar a dar y amar más y mejor a los nuestros.
Paso 10:
Comprender la realidad de nuestros padres: el último paso sería comprender la realidad emocional de nuestros propios padres. Fíjate que este paso es el último y no el primero. Primero necesitamos DAR VOZ a la niña que fuiste para poder sanar su Herida Primaria. Conocer y comprender la realidad de nuestros padres no significa explícitamente tener que perdonar, justificar o defenderlos. Hay hechos, experiencias o palabras que no podremos (ni es necesario) perdonar y eso es totalmente legítimo. Lo vital es comprender que si no nos pudieron dar, ni satisfacer, ni amar como legítimamente necesitábamos es porque no PUDIERON emocionalmente hablando. No eligieron no darnos (una madre no suele decidir no dar, simplemente no puede dar o no tiene suficiente para dar). Es inmadura emocionalmente hablando por sus propias vivencias no resueltas. Es vital saber que no fue porque no mereciéramos. Quizás nos lo dieron todo desde su punto de vista, quizás nos dieron todo lo que tenían para dar, pero ese “todo” no era lo que legítimamente merecíamos, ni mucho menos, necesitábamos. Su todo quizás ni llegaba a nuestro mínimo. Por tanto, en infancia no obtuvimos lo necesario. Eso es lo verdaderamente importante y lo que necesita ser sanado: nuestro vacío emocional. No lo que que fue nombrado: discurso engañado. Quizás hubo mucha violencia activa o pasiva por parte de mamá y papá. Esa furia o abandono que descargaban sobre nosotras tampoco era por nuestra culpa, sino por la rabia y odio que ellos llevaban dentro y que finalmente pudo salir contra alguien más vulnerable. La cadena se repitió. La Herida Primaria es la distancia que hubo entre lo que legítimamente necesitábamos de niños y lo que en realidad obtuvimos. A mayor distancia, mayor herida. La herida primaria es todo lo que nos faltó y todo lo hostil que nos hicieron. Nada fue nuestra responsabilidad. Hay quienes hemos sufrido mucho y quienes menos. No haber vivido experiencias hostiles o traumáticas no significa no haber vivido abandono emocional o soledad. Sentir compasión por mamá o papá y poder perdonar es posible pero no vital para sanarnos. Hay personas muy sanas aún sin haber perdonado un abuso sexual de papá, una paliza, o sin perdonar una humillación o un abandono. Podemos llegar a comprender porqué alguien tan importante en nuestra vida como mamá o papá nos abusaron, nos insultaron, nos pegaron, nos castigaron, nos despreciaron, nos sometieron, nos olvidaron, nos abandonaron, nos entregaron o incluso no nos pudieron amar. Comprender nos libera y en muchas ocasiones, esa comprensión profunda del ser del otro nos lleva al perdón, pero no siempre es así, ni tiene porque ser así. Hay quienes han necesitado poner distancia entre sus padres (especialmente con mamá) o incluso dejar de verlos por un tiempo o para siempre. Es totalmente legítimo. Hay quienes han mejorado sus relaciones espectacularmente. Todo está “bien” (desde el punto de visto individual de cada quien) y todo es legítimo y valido. Nunca juzguemos las decisiones de alguien que no conocemos. Tener que perdonar algo imperdonable para nosotros como un abuso sexual consentido o grandes palizas, o un abandono nos puede encadenar de por vida. Quitarnos la necesidad de tener que perdonar a nuestros padres o agresores es liberador y realmente sanador. No somos responsables de lo que un adulto nos hizo siendo niñas. El adulto SIEMPRE es responsable, el niño es SIEMPRE la víctima.
HOY MISMO PUEDES EMPEZAR A SANAR LA HERIDA PRIMARIA DE
TU NIÑA INTERIOR PARA LLEGAR A SER LA PERSONA
QUE REALMENTE VINISTE A SER Y PODER CONVERTIRTE
EN LA MADRE O PADRE QUE TUS HIJOS NECESITAN.

Sanar la Herida Primaria (de tu niña interior) te permitirá responsabilizarte HOY de todo eso que te pasó y te faltó para poder liberar a esa niña interior herida que aún habita en ti y permitirte llegar a ser la madre o padre que tus hijos necesitan y la persona que viniste a ser. Lo más importante no es aquello que te pasó, sino lo que hiciste con ello siendo niña/o, cómo te sigue afectando a día de hoy y qué eliges hacer HOY con todo ello. El punto 9 es la clave.

lunes, 19 de agosto de 2024

 

CUANDO NO SEPAS QUÉ HACER, 
NO HAGAS NADA
--Una historia budista--
Buda y sus discípulos emprendieron un viaje por diversos territorios y ciudades. 
Un día en que el sol brillaba con todo su esplendor, vieron a lo lejos un lago y se detuvieron, asediados por la sed. Al llegar, Buda se dirigió a su discípulo más joven e impaciente y le dijo:
–Tengo sed. 
¿Puedes traerme un poco de agua de ese lago?
El discípulo fue hasta el lago, pero cuando llegó, 
un carro de bueyes comenzaba a atravesarlo y el agua, poco a poco, se volvía turbia.
 Ante esto, el discípulo pensó:
 «No puedo darle al maestro esta agua fangosa para beber», por lo que regresó y le dijo a Buda:
–El agua está muy fangosa. No creo que podamos beberla.
Pasado un tiempo, Buda volvió a pedir al discípulo que fuera hasta el lago y le trajera un poco de agua para beber. El discípulo así lo hizo. Sin embargo, el lago todavía estaba revuelto y el agua perturbada. Regresó y con un tono concluyente dijo a Buda:
–El agua de ese lago no se puede beber, será mejor que caminemos hasta el pueblo para que sus habitantes nos den de beber.
Buda no le respondió, pero tampoco realizó ningún movimiento. Permaneció allí. Al cabo de un tiempo, le pidió al mismo discípulo que regresara al lago y le trajera agua. 
Éste, como no quería desafiar a su maestro, fue hasta el lago; iba furioso, pues no comprendía porqué tenía que volver, si el agua estaba fangosa y no podía beberse.
Al llegar, observó que el lago había cambiado su apariencia: tenía buen aspecto, lucía calmo y cristalino. Recogió un poco de agua y se la llevó a Buda, quien antes de beberla la miró y le dijo a su discípulo:
–¿Qué has hecho para limpiar el agua?
El discípulo no entendía la pregunta. Él no había hecho nada, era evidente. Entonces, Buda lo miró y le explicó:
–Esperaste y la dejaste ser.
 De esta manera, el lodo se asentó por sí mismo y ahora tienes agua limpia. 
¡Tu mente también es así! 
Cuando se perturba, sólo tienes que dejarla estar.
 Dale un poco de tiempo. No seas impaciente.
 Todo lo contrario: ¡sé paciente!
 Tu mente encontrará el equilibrio por sí misma. 
No tienes que hacer ningún esfuerzo para calmarla. Todo pasará si no te aferras.

jueves, 11 de abril de 2024

La preocupación es...
como el rezo para que algo ocurra, es igual que la fe y tienen la misma potencia.
Recuerde que el Universo NO distingue si algo es bueno o malo para usted,
él solo responde al tipo de energía en la que usted se ha convertido. Si no quiere preocuparse, manténgase ocupado, ocúpese en algo, pues la única manera de lograr objetivos, es superando los ataques de ansiedad y preocupación y enfocando toda su energía en lo que Sí desea.
Por eso, sepa que usted es el único responsable de aquello que le está aconteciendo.
Usted es el responsable en su totalidad, de aquello que llama su “suerte”; todo lo que teme y tiene miedo de que le vaya a pasar, es lo que puede suceder.
El Universo es un campo fértil que manifiesta todo aquello en lo que usted se ha convertido, por eso Jesús, el más grande maestro que ha pisado la Tierra decía “no niegues el mal, afirma el bien”, porque conocía y entendía perfectamente las leyes del universo.
Todo aquello que usted teme, tiene igual de potencia que todo aquello que usted anhela.
Vigile sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras y en aquello en lo que se está convirtiendo.
Bendecido camino.

martes, 9 de abril de 2024

La vida no es tan complicada, nosotros somos los que la complicamos y nos exigimos a veces cosas absurdas que ha impuesto la sociedad y sus modas.
Por favor, no se presione pensando en TIENE que descubrir el propósito de su vida.
En que TIENE que ser alguien
(usted ya es alguien, siempre lo ha sido).
En que su misión en esta Tierra TIENE que ser extraordinaria.
En que TIENE que tener cosas extraordinarias, un buen trabajo, una familia de retrato, perfecta, envidiable y sin conflictos.
En fin, no se presione por creer que tiene que tener todo en orden: Desde su mente, su cuerpo y su alma, hasta sus cuentas bancarias y todos sus documentos.
Yo hoy le puedo decir algo que espero le sirva para cuando sienta que se ahoga en responsabilidades y no ve la luz:
Está bien NO estar bien a veces.
Muchas veces. Las veces que sean necesarias.
Que aunque su mente, su cuerpo y sus asuntos sean un caos, usted no tiene por qué sentirse menos.
Que aunque tenga fracasos en una que otra esquina, son más sus metas cumplidas, son más sus ganas de aspirar a una mejor vida, a tener calidad en todo su alrededor y a poder disfrutar de los placeres de la vida.
Su propósito en esta vida, es llegar a conocerse para poder ser libre, libre de etiquetas, de rencores, de maldad y de traiciones. Libre para sonreír, gozar, crecer, crear y compartir.
Su único propósito en esta vida, es amarse y ser fiel a lo que anhela, ser FELIZ los más momentos que se pueda.
Usted no TIENE que esforzarse constantemente para ser alguien en esta vida o en la próxima, porque usted YA ES, SIEMPRE FUE y SIEMPRE SERÁ.

domingo, 11 de febrero de 2024



Las creencias son la causa del mundo en que vivimos.
Las proyecciones son el proceso mental de ver fuera de nosotros aquella información que decidimos negar en nuestro interior.

¿QUE PROYECTAMOS?
Proyectamos nuestras creencias sobre el mundo, las relaciones, nuestro cuerpo, nuestros trabajos y todas las experiencias que vivimos.
Todo lo que ves en el mundo es porque existe en tu mente.
El proceso de proyección es el siguiente:
NEGAMOS-PROYECTAMOS-PERCIBIMOS.
Cuando experimentamos una creencia o una emoción que consideramos indigna de ser percibida la negamos y la proyectamos hacia el exterior. 
Al negar las creencias buscamos no sentirnos responsables de esas ideas y las ponemos mentalmente fuera de nosotros.
 Ese acto de negación y proyección nos hace sentir aliviados.
 Pero el alivio es momentáneo porque una vez que proyectamos nuestro interior en el mundo exterior este se manifiesta acorde a lo que proyectamos que no queríamos sentir. 
La paradoja es que olvidamos la información que negamos y proyectamos, pero al ponerlo fuera nuestra experiencia interna terminamos viviéndola igual.
Si el mundo es un efecto de nuestra mente, significa que vivimos físicamente aquello que no deseamos sentir mentalmente. 
A este proceso lo llamamos percepción.
La percepción es experimentar sensorialmente la información que rechazamos y proyectamos inconscientemente.
Vemos en otras personas los aspectos de nosotros mismos que consideramos indeseables e incorrectos. Los negamos y olvidamos que lo negamos para no responsabilizarnos de que están en nosotros.
 Al etiquetar algunos aspectos de nuestra mente de “indeseables” los proyectamos en otras personas. 
Este ejercicio mental inconsciente nos brinda una sensación de inocencia que perdemos en el momento que empezamos a juzgar estos aspectos indeseables cuando los vemos en nuestra pareja, en nuestros amigos, etc.
 No nos hacemos cargo de nosotros, pero consideramos que es correcto intentar corregir a nuestra pareja y a nuestro entorno de aquellas creencias que hemos olvidado que viven en nosotros
El conflicto aumenta cada vez que intentamos corregir a los demás porque los hacemos sentir incorrectos y a la vez nosotros nos sentimos más incorrectos porque una parte de nuestra mente sabe que lo que juzgamos en los otros es aquello que aún no hemos sanado en nuestro interior. Todo este proceso da inicio al sufrimiento del victimismo.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Tomás.
A los 5 años su mamá lo hecho en la calle, en una estación de Buenos Aires, no quería, no sabía o no podía cuidarlo. El recuerda la intensidad de ese último instante, recuerda perfecto la ropa de su madre y la ve, hoy a la distancia, pintándose los labios antes de la despedida. Desde allí el camino sería de escollos, piedras, puentes y calles suburbanas. En la calle creció y de la calle aprendió:
 lo bueno, lo doloroso y lo inolvidable.
Tomás dice que, en algún libro de los muchos que devoró, un autor dijo que las heridas se curan con el tiempo, pero él dice que no, que hay heridas que no suturan nunca más y que irán abiertas y latiendo hasta la tumba. Los niños de 8 ó 9 años que lo acompañaba envidiaba su vida y sus tiempos. Tomás no tenía ni horarios, ni padres que obligaran, ni madres que le ordenaran. El resto de los niños  sí los tenían y tenían, con esto, que volver a una hora a la casa, que comer en un horario y que acostarse temprano.
Por eso envidiaban a Tomás y, por eso, Tomás también los envidiaba a ellos en silencio; sobre todo cuando los amigos se iban y él quedaba contando estrellas o apoyando la nariz en la ventana de algún restaurante, envidiaba sanamente la suerte de los otros, los retos que él no tenía y las obligaciones que a él le faltaban.
Un juez de Paz, cuando él andaba en sus 6 ó 7 años, le dijo que no sabían qué hacer con él, porque no entraba todavía en la edad de ir a instituto de menores ni a ningún Hogar. Entonces Tomás, el enano Tomás de ese entonces, le pidió una sola cosa al juez: ir a la Escuela. El Juez le preguntó dónde iba a vivir y Tomás le dijo que no se hiciera problema, que del resto él se encargaba. Por eso empezó la Escuela, iba con la ropa que tenía y con la pobreza que cargaba, iba, escuchaba, hacía los deberes y luego antes de irse le devolvía el lápiz prestado a la maestra.
Por las tardes estudiaba en la Biblioteca Nacional; solito se iba a leer cientos de libros y miles de historias. Entrada la noche volvía abajo de algún puente, a alguna tubería o a cualquier lugar más o menos cálido que la tierra regale. Allí soñaría sueños bravos, sueños tiernos y mundos pasados. Luego lo de todos los días, la calle, la dureza del asfalto, la invisibilidad del niño que arrastra sus penas y sus broncas.
Como a tantos niños se le abrieron pocas opciones, el delito o la muerte. Tomás encontró el primero y pago duro la condena, pero aún entre rejas, peleas, tumbas y miserias carcelarias, siguió estudiando, pidiendo por estudiar, queriendo leer para saber y para saberse distinto.
Pasó varios años contando los días y tachando las lunas, caminando por las vías de la oscuridad y encontrando, siempre más temprano que tarde, alguna lucecita colada, alguna ventana posible, alguna amistad que hermane las cicatrices reabiertas.
Hoy cuenta Tomás su historia a los niños de secundario de una escuela pública de la localidad de Vela, viajó desde Olavarría para venir a contar y venir a decir. Y yo lo escucho sin pestañear, cuenta despacio su historia, con ojos gigantes y sabidos de muchas imágenes y muchos rostros que ya no están. Cuenta su historia detalladamente y habla del amor, habla del abrazo y habla del recuerdo. Le dice a los niños que vayan y que abracen al amigo, al viejo o a la vieja. Dice que no es lo mismo querer que decir te quiero. Que no es lo mismo un sí que un no. Dice que no hay imposibles. Que siempre hay una soga y que no es para ahorcarse, sino para salir del tiempo enlodado, para respirar un viento distinto, para sonreír, para luchar.
Tomás, que abrazó la paria calle del abandono, que abrazó la mísera tumba de la desmemoria, hoy sigue en la cárcel de Sierra Chica, pero como docente. Tomás ha sido de los pocos que ha podido limar la reja de la invisibilidad, ahuecar el muro y espiar, disponer del mundo arrebatado y establecer otros sentidos, otros colores, otras resurrecciones posibles..


"Permítete ser mal vista,
mal hablada, mal evaluada!
Permítete que te pierdan el respeto,
 que se rían a tus costas!
Permite que te juzguen,
 que cuchicheen, que crean saber quien eres!
Permite que te "miren torcido", 
que se alejen, que te excluyan, que te rechacen!
Deja que tu reputación caiga por tierra, 
enfrenta tu mayor pesadilla!
Y ve que Sí, que ella acabe en muerte!
Muerte de esta que era esclava "de los otros".
Y entonces vive, vive libre, sin miedo.
Porque los "otros" no tienen más poder sobre ti"

martes, 18 de julio de 2023



Para poder sanarnos tienes que comprender las siguientes claves ...

CLAVE 1. Identifica y cambiar las creencias al tomar consciencia que vemos las cosas como somos, y no como son.
 Cuando reconocemos que nuestras interpretaciones de la realidad están basadas en nuestras creencias inconscientes, podemos empezar a cambiar nuestra realidad.
CLAVE 2. Aprende cómo las emociones que no expresamos se manifiestan en nuestras relaciones, en nuestra baja autoestima y en nuestro cuerpo. Vamos a aplicar herramientas de la Biodescodificación para encontrar el equilibrio, y pasar de las emociones negativas a las emociones de la felicidad.

CLAVE 3. Descubre que heredamos las experiencias de nuestros padres y abuelos, y que esas experiencias nos tienen atados a repetir siempre las mismas historias de forma inconsciente.

CLAVE 4. Tienes que darte el regalo de ver tu vida desde la COMPRENSIÓN, el PERDÓN y la BÚSQUEDA DEL APRENDIZAJE, para dejar de preguntarnos “¿por qué?” y pasar al ‘’¿PARA QUÉ?’’ te sucede lo que te sucede. Este cambio de mentalidad nos lleva de la escasez a la ABUNDANCIA, del sufrimiento a la PAZ, y del miedo al AMOR.

CLAVE 5. Aprende todos los recursos, herramientas y ejercicios prácticos para biodescodificar el área de tu vida que hayas elegido con mayor profundidad.

Hay un camino para acceder a tu mente inconsciente, desprogramar tus pensamientos automáticos, tus reacciones emocionales condicionadas por el pasado y las conductas destructivas que están causando esas situaciones.

¿ Existe una área de tu vida que aún no dominas y te gustaría que cambie?
Hoy sabemos que todo lo que llamamos ‘’problema’’ en realidad es una falta de información. Si quieres transformar tu realidad,
Identifica cuál es el área de tu vida que aún no dominas y te llevara a salir de la situación actual en la que te encuentras.

La Biodescodificación es un método práctico que te permite liberarte de las experiencias dolorosas del pasado y de las creencias que te limitan, para así, diseñar tu futuro deseado, sin miedos.

Regálate la experiencia de vivir apasionado, en coherencia y en PAZ con quien estás siendo.

lunes, 3 de abril de 2023


Aquí te comparto algunos TIPS para que puedas empezar a ver la ABUNDANCIA que ya eres y los pongas en práctica.
RECUERDA: Nuestra mente funciona por repetición, es así cómo se generan los hábitos, tanto nocivos, como nutritivos. 
1- Siéntete contento por la abundancia y el éxito de las personas de tu entorno, admira sus talentos y agradécelos.
2- No te compares con nadie, cada uno es diferente y único. Las comparaciones te empequeñecen. En vez de perder tu preciado tiempo en compararte con alguien más, úsalo para descubrir tus propios dones.
3- Evita las críticas hacia los demás. Conviértete en un maestro del no juicio. Comienza a percibir desde la mente inocente.
4- Presta atención a tus pensamientos negativos y transfórmalos por positivos. Solo cambiando tu manera de pensar podrás cambiar tus resultados.
5- Identifica cuáles son tus creencias limitantes causantes de tus carencias. Muchos de nosotros traemos creencias como: “Para ganar dinero hay que trabajar muy duro”. “Los que tienen dinero son unos ladrones”. “Hay que ahorrar y ahorrar por si mañana no tenemos dinero”.  Revisa si resuena contigo alguna de estas creencias.
6- Utiliza la auto indagación para saber quién eres, cuál es tu propósito de vida y qué tienes para dar y que quieres entregarle al mundo, poniendo el foco en aportar valor. La abundancia es una consecuencia del valor que entregas a otras personas.
7- Elige cuál va a ser tu actividad del corazón, aprende a ponerle nombre y a moverla a través del marketing, de esta manera comenzarás a ganar dinero desde el disfrute. Eso es abundancia. Recuerda que ...
No es lo que “haces”, 
es la “Emoción“ con que lo haces.
8- Ten muy en claro cuál es tu objetivo, a dónde quieres llegar. Enfócate en pensar, sentir, hacer y decir en una misma dirección.
9- Pon toda tu atención y tu foco en lo verdaderamente importante. Empieza a distinguir entre lo que es relevante para tu vida y lo que no.
10- Agradece lo que ya tienes, te guste o no y quieras algo mejor.
  Deja de lado las quejas, esa es la peor de las pobrezas.
En cambio la gratitud es símbolo de abundancia. Todos los días cuando vayas a dormir agradece desde el sol que sale por la mañana, hasta el aire que respiras.
11- Aprende a dar sin esperar nada a cambio y a ser excelente a la hora de recibir, sin sentir que tienes que dar automáticamente, simplemente agradécelo.
 Muchas veces nos resulta más difícil recibir que dar, pero para que la energía de abundancia se mueva, también tenemos que permitirnos recibir, ya sea una ayuda, un gesto, unas palabras lindas hacia nosotros, lo que sea.
12- Suelta lo que ya no te nutre para poder hacer espacio a lo nuevo, desde personas, lugares, trabajos, objetos. Una buenas manera de arrancar es hacer una limpieza profunda de la ropa que hace más de dos años no utilizas; si hace más de dos años que no la usas , quiere decir que ya no te pertenece, pero está ahí ocupando un lugar y quizás afuera haya personas que si las necesitan y las reciban como nuevas. De esta forma la energía de abundancia se empieza a mover.
13- Amígate con la relación que tienes con el dinero. Es muy común que en el plano inconsciente estemos peleados con él. El dinero no es malo ni bueno, simplemente es neutro. Funciona como medio de intercambio, es energía que va y viene.
14- Libérate de las limitaciones del miedo que vienen del pasado y de las del futuro. En el universo hay infinidad de posibilidades.
15- Acepta que ya eres un ser abundante y siéntete merecedor.

sábado, 18 de marzo de 2023

 


La vida te  enseña a bajar las emociones que están exageradas y a mover las que están ocultas. Es importante dejar de reprimir y exagerar las emociones para poder tener un bienestar emocional, intelectual y físico. Las emociones son las que nos permiten adaptarnos al ambiente porque son las que nos avisan cuando hay un peligro. El miedo no es una emoción negativa, el miedo es una alarma. Cuando mi inconsciente me da una emoción lo que espera es que yo actúe y que sea en relación a cómo ya actué en el pasado. La emoción me lleva a moverme, tal como lo indica su sentido etimológico, emoción proviene del latín emovere, movimiento. La emoción es la activación simpática para adaptarme al entorno.

Necesitamos a las emociones para poder crear y siempre tienen un sentido biológico.

Las emociones son la consecuencia de necesidades evolutivas. Se necesita estar enojado para luchar, se necesita estar triste para encontrar nuevos puntos de vista, así como se necesita sentir miedo para huir, para congelarse y sobrevivir.

Las emociones son el resultado de un proceso evolutivo cuyo fin siempre es la adaptación, por lo tanto sabemos que están allí para cumplir una función.

¿Qué función cumplen las emociones?

Cumplen una función adaptativa porque empujan al organismo a tener una actitud determinada. Esa conducta determinada nos lleva luego a procesar la información de una determinada forma para dar una respuesta.

Por lo tanto, la emoción es el vehículo de la información para que nos podamos adaptar al medio ambiente. Pero a veces sucede que esa información es desadaptativa y debemos realizar un trabajo de autoindagación para comprender y trascenderla, aprendiendo.

Para dejar de ser víctima de sentir ese miedo yo puedo aprender de la experiencia de sentir el miedo. Es decir que el mismo miedo es la forma en la que termina el miedo. Pero, ¿Qué sucede?

Pensamos que no hay que sentir miedo, que es incorrecto hacerlo. La misma pregunta ya entraña el ¿a ver como no siento el miedo? y me encuentro con que para no sentir miedo primero tengo que sentirlo. De otro modo estaríamos negando lo que estamos reconociendo en nosotros.

El miedo es solo un momento en la consciencia y cuando se es consciente de él, te enseña muchas cosas.

 


Dicen que de todos los sentimientos humanos la gratitud es el más efímero de todos. Y no deja de haber algo de cierto en ello. El saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa. 
Ya nuestras abuelas nos lo decían

 "de gente bien nacida es ser agradecida".
Para algunos es muy fácil dar las "gracias" por los pequeños servicios cotidianos que recibimos, el desayuno, ropa limpia, la oficina aseada...
Pero no siempre es así.
Ser agradecido es más que saber pronunciar unas palabras de forma mecánica, la gratitud es aquella actitud que nace del corazón en aprecio a lo que alguien más ha hecho por nosotros.
La gratitud no significa "devolver el favor": si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales... El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.
La persona agradecida busca tener otras atenciones con las personas, no pensando en "pagar" por el beneficio recibido, sino en devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo.
 ¿Has notado como los niños agradecen los obsequios de sus padres
Lo hacen con una sonrisa, un abrazo y un beso.
 ¿De que otra manera podría agradecer y corresponder unos niños
Y con eso, a los padres les basta.
Las muestras de afecto son una forma visible de agradecimiento; la gratitud nace por la actitud que tuvo la persona, más que por el bien (o beneficio) recibido.
Conocemos personas a quienes tenemos especial estima, preferencia o cariño por "todo" lo que nos han dado: padres, maestros, cónyuge, amigos, jefes...
El motivo de nuestro agradecimiento se debe al "desinterés" que tuvieron a pesar del cansancio y la rutina. Nos dieron su tiempo, o su cuidado.

Nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande.
No siempre contamos con la presencia de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance o un pequeño accidente. 
¡Cómo agradecemos que alguien abra la puerta del auto para colocar las cajas que llevamos, nos ofrezca su hogar, o nos ayude a reemplazar el neumático averiado!
El camino para vivir el valor del agradecimiento tiene algunas notas características que implican:

- Reconocer en los demás el esfuerzo por servir
- Acostumbrarnos a dar las gracias
- Tener pequeños detalles de atención con todas las personas: acomodar la silla, abrir la puerta, servir un café, colocar los cubiertos en la mesa, un saludo cordial...

La persona que más sirve es la que sabe ser más agradecida.

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