jueves, 31 de julio de 2014

Amar es una actitud interior


Muchas personas creen que es fácil amar y que solo necesitan encontrar a alguien quien amar. Peor aún, piensan que el problema está afuera y que lo que necesitan, es hallar a alguien que los ame.

El amor, siendo algo tan vital e importante, pensamos que hay que dejarlo a la deriva, que ya se aparecerá el hombre o la mujer de mi vida.

Lo curioso, es que no operamos de la misma forma en otros ámbitos.

Por ejemplo, si quieres ser el mejor estudiante de tu clase, sabes que no lo dejas a la deriva. Cuestionas, investigas y pruebas formas de estudio para aprender y ser el mejor.

Si quieres ser el mejor bailarín de salsa, tienes que experimentar, equivocarte muchas veces y quedarte con tus mejores pasos.

Y en el amor, que es la meta que muchos anhelamos, creemos que solo debemos acostarnos en la hamaca y mecernos. El amor llegará solito.

Pensar que solo necesito una persona por la que sienta amor, equivale a pensar que voy a ser un magnífico guitarrista sin estudiar los principios básicos para tocarla, y que solo necesito la mejor guitarra. Y cuando la tenga…. ¡voy a tocar la quinta sinfonía de Beethoven!

Ilógico ¿verdad?

En el amor, primero tienes que comprender los principios básicos y la naturaleza humana.

¿Por donde empiezo amigo? 

Debes empezar por ti. Muchas veces juzgas a tus candidatos o parejas, por lo que has observado en tu familia. Por ejemplo, piensas que si tu papá trata mal a tu mamá, es así en todas las relaciones. Y por eso dices que el matrimonio no es para ti. Si tu tía  te dice “Mira mi niña, los hombres solo lo que quieren es acostarse contigo” vas a ir con esa etiqueta y con esos lentes vas a ver a todos los hombres.

“Mira hijo, las mujeres son interesadas, con dinero ¡hasta baila el perro!” y como hombre, piensas que las mujeres solo piensan en tu billetera. Si tienes una baja autoestima, producto de la falta de atención de tus padres desde la niñez, vas a ir a una relación con la etiqueta de que no mereces ser amada, inconscientemente te saboteas, y cuando un hombre te trata bien, piensas que tiene muy mal gusto por haberte elegido ¡y lo acabas dejando! Eres hija de la mala vida, no cabe duda…


Tu pareja se quedará sorprendida por el pequeño problema por el que te enojas. No es el pequeño problema. Es el cúmulo de todos, y que con uno más ya no aguantaste.

Pero también puede ocurrir que tengas tu costalito, y que tu pareja ni siquiera te de la oportunidad de arrojárselo. Se va de tu vida antes ¿por qué? Te guste o no, los problemas son la sal de la vida. Si no hay diferencias y diálogo, tu pareja se aburre, no encuentra ninguna emoción en ti, ya que a todo dices “si” y se va ¡pero si yo le aguantaba todo! me vas a decir. No debiste hacerlo. Tu pareja te hubiera agradecido más que le dijeras lo que no te gustaba de la relación, para que trabajaran juntos en ella.

Por eso, debes ir al encuentro del amor con total apertura ante la vida. Debes liberarte de las cadenas de las experiencias del ayer. Porque si juzgas con los lentes del pasado a tus parejas, no te permitirán apreciar la gran oportunidad que tienes en estos momentos ante ti.

Dicen que, debes en cuando, pasa un centímetro cúbico de la suerte delante de nosotros. Que debemos estar alerta para que, cuando este aparezca justo delante de nuestros ojos, atraparlo y no dejarlo ir.

Alguna persona decía que no ha vivido 25 años, sino que ha vivido el mismo día durante 25 años.

Y tú ¿Has vivido 10 relaciones diferentes o la misma relación 10 veces? Porque si repites una y otra vez las mismas experiencias, significa que hay algo en ti que tienes que liberar. Significa que juzgas a las personas con tus experiencias del ayer. Abrete a la posibilidad, desde el fondo de tu corazón, de que esa persona puede ser diferente. Y conócela. No trates de ver características de otras parejas en ella.

Por ejemplo, una de tantas anécdotas de la vida, una chava que tuvo muchas parejas antes que su novio. El se  veía a la luz de sus experiencias del ayer. En cierta ocasión le dio un regalo, porque el tenía ganas. Y ella le dijo “me da la impresión de que eres como mi ex novio, él me quería comprar con obsequios” ¿¿?? Fue la cara que puso el. Yo siempre he querido que una mujer me aprecie por lo que soy. No comprarla con regalos, porque no sería un amor sincero. Tampoco, por mi dinero.

Le quedaba claro, a el que me veía con los lentes de sus experiencias pasadas. No se había ocupado en conocerlo a el verdaderamente.

Y lo mas gravellegó cuando, semanas antes de que ella terminara con el, le dijo “mi ex novio me dijo que por él no había problema, que aunque tuviera novio (yo) podíamos seguirnos viendo, tener intimidad…” Bueno, yo asumí que había “rechazado” esa proposición indecorosa y que por eso me lo estaba compartiendo.

Aunque ahora le queda la duda de si la rechazó. Cuando terminaron ¿Qué crees que le dijo?  “te propongo que nos veamos cuando tengamos ganas” lo que para el traducido era “quiero verte cuando tenga ganas”, pero cuando siguió hablando… ¡el se quedé estupefacto! ¡me estaba haciendo exactamente la misma proposición indecorosa que su ex novio  le había hecho a ella!...
el guardo silencio. No respondío nada. “Bueno, si tu quieres…”. Seguio sin responder nada. Estaba decepcionado. Comprendío que ella nunca me había conocido como soy. Estaba tan ocupada en sus problemas y sus deseos egoístas, que nunca lo conoció. Si lo hubiera hecho sabría de antemano que esa proposición indecorosa me era inaceptable.

Obviamente el rechazo su oferta.

Moraleja: tienes que cambiar desde el fondo de tu ser. Dejar de juzgar a tus parejas o candidatos por características físicas del hombre ideal, que son más producto de la mercadotecnia que de la realidad. Deja de ver experiencias del pasado en tu relación de hoy. Una persona puede tocar tu alma y no tiene nada que ver con tu tipo de hombre o mujer ideal. Tampoco, con las malas experiencias del ayer.

Tiene que ver con la sintonía de dos almas que se encuentran y se reconocen. El cuerpo es solo un vehículo. Y cuando limpies tu alma de bloqueos, verás la vida como es y a tus parejas como son. Verás a las claras sus defectos y sentirás amor por ellas.

Comprensión e interés sincero por la vida de tu pareja, es esencial para experimentar el amor verdadero.

Si dominas este arte, serás como un guitarrista que no importa la guitarra que tenga entre sus manos ¡hará salir de ella melodías de ángeles!

Muchas de nuestras parejas que rechazamos por razones superficiales, fueron aceptadas y son felices con otras personas que las ayudaron a superar sus miedos y sacaron música de ellas. No sabías que el problema era tu falta de habilidad para extraer las mejores melodías de su corazón.

Ya lo sabes. De ahora en adelante, quítate los lentes oscuros, libérate de las cadenas del pasado ¡y extrae las mejores canciones del corazón de tu pareja!

El amor y el tiempo


Había una vez una isla muy linda y de naturaleza indescriptible, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre; 


El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... como también, todos los demás, incluso el AMOR.

Un día se anunció a los sentimientos que la isla estaba por hundirse.

Entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el AMOR quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento.

Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el AMOR decidió pedir ayuda.

La riqueza pasó cerca del AMOR en una barca lujosísima y el AMOR le dijo: "Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?" - No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, AMOR…

Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca. "Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?

No puedo llevarte AMOR… respondió el Orgullo: - Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?

Entonces el AMOR dijo a la Tristeza que se estaba acercando: "Tristeza te lo pido, déjame ir contigo". - No AMOR… respondió la Tristeza. - Estoy tan triste que necesito estar sola.

Luego el Buen Humor pasó frente al AMOR, pero estaba tan contento que no sintió que lo estaban llamando.

De repente una voz dijo: "Ven AMOR te llevo conmigo". El AMOR miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo.

El AMOR se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntar el nombre del viejo.

Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El AMOR se dio cuenta de cuanto le debía y le pregunto al Saber: "Saber, ¿puedes decirme quien era este que me ayudo?".

-"Ha sido el Tiempo", respondió el Saber, con voz serena.

-¿El Tiempo?... se preguntó el AMOR, ¿Por qué será que el tiempo me ha ayudado?

Porque solo el Tiempo es capaz de comprender cuan importante es el AMOR en la vida.

Los tres pilares de una relación perfecta


Quizás te preguntes los ingredientes de una relación ideal y estés confundido entre el grado de atracción física y las cualidades de la persona.

En realidad los tres pilares de una relación perfecta son: amor, sexo y romanticismo

¿Cómo es eso amigo?

El amor es conocer a tu pareja. Sabes porqué actúa como actúa y la quieres como es. Sin querer cambiarla. Es aprender a tenerle cariño a su vida. El amor es más espiritual.

Pero cuando no existe sexo satisfactorio o atracción sexual, llega el aburrimiento y la falta de emoción. Y se origina la ruptura amorosa.

¿Y si no he tenido relaciones? Un buen indicador es la atracción física que sientes por tu pareja. Lo que disfrutes besarla y acariciarla. He escuchado amigas que me dicen “No me gusta mi novio, pero me cae bien”. Es el caso típico, en que hay un poco de amor, pero no existe la emoción de las caricias y los besos.

Esa relación está destinada a fracasar tarde o temprano, por la necesidad de sentir la emoción del sexo. Esa vocecita va a gritar molesta por esa necesidad, hasta que acabe por incomodarte y gritarte. Vas a tener que dejar a tu pareja si no te emociona sexualmente.

Existen matrimonios que sobreviven sin él. Alguna vez le preguntaron a la cantante Paquita la del Barrio como era la intimidad con su pareja que murió, y que había sido inspiración de algunas de sus canciones: “Ya no había intimidad –respondió con tristeza – pero con el amor que yo sentía por él, con eso me bastaba”.

Sin la emoción del sexo, ninguna pareja puede sentirse plena. Pero puede sobrevivir. El ingrediente más importante en una relación de pareja es el amor.

Una relación que se basa solo en la emoción del sexo, está destinada a fracasar también. Tener intimidad sin amor, lleva a sentir vacío. Es como una droga de efectos embriagantes al momento del acto o las caricias. Pero después, el efecto secundario es de vacío. Tu vocecita interior va a seguir diciéndote “basta, necesito algo emocional” hasta gritarte y que no tengas más remedio que escucharla. Vas a tener que dejar a tu pareja para sentir la emoción del amor.

El tercer ingrediente es el romanticismo. Si eres afortunado, y el dúo dinámico, amor y sexo, llenan tu vida, estás a un paso de tener una relación ideal. Pero falta el tercer mosquetero: el romanticismo.

¿Qué significa romanticismo para un hombre y para una mujer? Para las chicas, que un hombre le lleve rosas, se acuerde de los aniversarios, le abra la puerta del coche, le arrime la silla cuando se vaya a sentar. Le sirva la bebida cuando están a la mesa. Que le diga lo atractiva que se ve.

Nunca me ha dejado de impresionar que las mujeres me digan que les sorprende que les arrime la silla y esté atento a servirles la bebida cuando la necesitan, aunque solo sean mis amigas “ya no hay hombres así”.

Si eres hombre, aplica estos detalles con las mujeres. Te sorprenderás como yo de sus comentarios.

También les encanta que las lleves de compras. Puedo ver las caras de felicidad de las mujeres al escribir esto. También los pucheros de desagrado de los hombres. Lo se. Pero las chicas me han confesado que no hay nada que les suba más los ánimos que llevarlas de compras.

¿Qué considera romántico un hombre? Que lo admires. Que lo elogies. Que lo apoyes en sus sueños. En el fondo, los hombres hacemos cosas movidos por el deseo de agradarle a una mujer. Si compramos un coche, pensamos en la admiración que despertaremos en las chicas. Si obtenemos un ascenso en nuestro trabajo, pensamos en lo que nos dirá nuestra pareja.

Por eso mujer, lo más anti-romántico que puedes hacer por un hombre, es decirle que es un fracasado. Que no gana lo suficiente. Que tiene que “echarle ganas”. Que lo critiques y señales sus defectos “por su bien”. No importa que lo hagas porque te consideres sincera, o para que mejore. Ninguna crítica jamás ha servido para mejorar a ningún hombre. Pero sí para hacerlo sentir menos y destruir su deseo de triunfar. Así de simple. ¿O acaso ha mejorado con tus críticas? Piensalo.

Por eso una mujer tiene el poder de elevar a un hombre o llevarlo al fracaso. Si elogias las pocas cosas positivas que veas en él, se va a sentir grande y va a mejorar automáticamente sus aspectos débiles.

Hay mujeres que compiten con un hombre. Tratan de demostrarle que hacen mejor las cosas que ellos.

Un hombre que se siente acribillado por críticas o una mujer competidora, tenderá a sentirse menos y dejará a su pareja por alguien que sí lo impulse. Punto.

Buscará amantes si ya es casado. O se abandonará así mismo, convencido que es un fracasado y así actuará el resto de su vida.

La mayoría de las discusiones en la pareja se deben a la falta de comprensión del romanticismo. Si una mujer entiende que destruye a un hombre si lo critica o presiona por que no gana suficiente dinero, deja de hacerlo. Lo motiva y ve con él que cosas pueden hacer juntos para obtener dinero. Si el hombre comprende la necesidad de su pareja de sentirse una dama, con detalles como unas flores rojas y arrimarle la silla, de decirle lo guapa que está, lo hace.

Cuando comprendas lo importante del romanticismo, la mayoría de tus discusiones de pareja desaparecerán.

El romanticismo por si solo, sin amor y sexo, no puede lograr mucho. Es el caso de las mujeres que tienen un pretendiente que es muy atento con ellas, aunque no les llama la atención. Se preguntan si será bueno darle una oportunidad. Pero cuando lo aceptan, se dan cuenta que no les gusta ni a patadas (atracción sexual) y que no sienten cariño hacia su vida y no lo aceptan como es (amor).

A este hombre, lo dejan más que rápido.

Una relación perfecta es como una mesa con tres patas: amor, sexo y romanticismo.

No hay nada más hermoso que reúnas estos tres ingredientes en una relación de pareja. Yo alguna vez lo experimenté, y en verdad es lo más hermoso que puedes sentir. La energía y la emoción que dan a tu vida no tienen comparación con ningún otro placer.

La mesa puede mantenerse de pie tambaleante con una sola pata: la del amor. Pero en ningún caso con cualquiera de las otras dos, romanticismo y sexo, si no hay amor.

Y tu relación ¿Cuántas patas tiene?

Espero que la comprensión de estos ingredientes te ayude a ser más feliz en tu relación de pareja.

El Sol y la Luna


Cuando el SOL y la LUNA se encontraron por primera vez se enamoraron perdidamente y desde ahí comenzaron a vivir un gran amor.


El mundo aun no existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio un toque final… ¡el brillo!

Dios decidió que el SOL iluminaría el día y que la LUNA iluminaría la noche y por ese motivo estarían obligados a vivir separados.

Ambos fueron invadidos por una gran tristeza y cuando se dieron cuenta que nunca más se encontrarían…

La LUNA fue quedándose cada vez más triste. A pesar del brillo dado por Dios, ella se sentía sola.

El SOL a su vez, había ganado un titulo de nobleza “ASTRO REY” pero eso tampoco le hizo feliz.

Dios viendo esto los llamó y les explicó:

Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías.

En cuanto a ti SOL, mantendrás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminar la Tierra durante el día, darás calor al ser humano y solo eso hará a las personas más felices.

La LUNA mas triste se puso con ese cruel destino y lloró amargamente y el SOL al verla tan triste, decidió que no podría ser débil, ya que debía darle fuerzas y ayudarla a aceptar lo que Dios había decidido.

Aun así, el estaba tan preocupado que decidió pedirle algo a Dios:

Señor, ayúdale a la LUNA por favor, es mas frágil que yo, no soportará la soledad…

Y Dios… en su gran compasión… creó las estrellas para hacerle compañía a la bella LUNA.

La LUNA siempre que esta muy triste recurre a las estrellas que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.

Hoy ambos viven así… separados, el SOL finge que es feliz, y la LUNA no puede disimular su tristeza.

El SOL arde de pasión por ella y ella vive en las tinieblas de su pena.

Dicen que la orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo logró… porque es mujer y una mujer tiene fases… Cuando es feliz, consigue ser llena, pero cuando es infeliz es menguante, ni siquiera es posible apreciar su brillo.

LUNA y SOL siguen su camino. El solitario pero fuerte y ella, acompañada de las estrellas, pero débil.

Los hombres intentan constantemente conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás ha conseguido traerla hasta la tierra, nadie realmente ha conseguido conquistarla por más que lo intentaron.

Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese realmente imposible, ni siquiera el de la LUNA y el SOL… fue en ese instante cuando El creo el Eclipse.

Hoy SOL y LUNA viven esperando ese instante, esos momentos que les fueron concedidos y que tanto cuestan que sucedan.

Cuando mires al cielo, a partir de ahora y veas que el SOL cubre a la LUNA es porque el SOL se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de Eclipse.

Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.

Ahora ya sabes… esta es la bella historia del SOL y la hermosa LUNA, esa historia que fue capas de erizar tu cuerpo al pensar que puede ser tu historia de amor…

Bueno amiga LUNA… espero que te gustase esta historia, porque cuando la leí me acordé de ti… muchos besos amiga…

Autor desconocido

¿Sabes bailar en el amor?


Cuando estás en una fiesta en la que bailas por primera vez con otra persona ¿Cómo reaccionas?

Bailas con él primero. 

Si no te agrada y te vuelve a invitar a bailar, le dices que no. 

Si a él no lo convenciste, y aunque a ti te haya encantado, no vuelve a bailar contigo.

La magia empieza a ocurrir cuando ambos se acomodan ¿verdad? Sabes que has encontrado a tu pareja de toda la fiesta.

En el amor es igual. Vas a conocer a muchas personas a lo largo de tu vida. Con alguna te vas a sentir en profunda sintonía, pero ella contigo no. Déjala ir. No luches por ella. No es tu pareja de baile.

También, te encontrarás con alguien que no te gusta. Y no entiende. Es terco y se aferra a ti. Recuerda que alguna vez tú has sido una de esas personas. De forma firme y amable, dile que no te gustaría bailar con él en el amor.

Y en ocasiones te tocará una pareja que te empeñas en querer cambiar. Quieres que haga los pasos de baile que a ti te gustan. Quieres que tenga el ritmo que tú quieres. Sabes que eso no funciona. A nadie le gusta que lo cambien. Busca a otra pareja de baile.

También, te tocará estar con una pareja que quiera cambiarte. Sabes que tampoco eso funciona. Busca a otra persona.

¿Hay algo malo contigo? No. Solo tienes que encontrar a alguien que le encante como bailes. Que se enamore del ritmo de tus sueños y de los pasos de tus hábitos del diario.

Por ejemplo, hay mujeres que son muy coquetas. Hay hombres que no soportarían eso. Hay hombres que si. Si lo encuentras, y a ti te agrada, has encontrado a tu pareja.

¿Eres floja? Hay hombres que les gusta que tú los atiendas. Pero hay hombres muy serviciales que les encantará atenderte, ir de compras, cocinar, etc.

Entonces, has encontrado a tu pareja de baile en el amor.

Sabes? Es un concepto que me costó trabajo entender. Desde mi adolescencia pensé que debía ser perfecto para ser amado. Y me “preparaba” día con día para ser perfecto, mientras día con día, observaba que las chicas de mis sueños iban teniendo novios imperfectos.

Me llevó años comprender que no debía ser perfecto para ser amado. Debía ser yo mismo, ser sincero e ir con el corazón en la mano. Eso era todo. No importa los defectos que tengas, siempre encontrarás a alguien que baile para ti.

Cierro esta reflexión con una anécdota. 

Un profesor mío de la universidad nos platicaba “Siempre había visto que mi hermano tenía novias muy guapas. Me daba envidia. Y entonces le pregunté ‘¿Cómo le haces para tener novias tan guapas?’ Su respuesta me causó mucha risa, pero tenía mucho de verdad: ‘Fácil, dile a 100 guapas. Una te va a decir que si’”.

¿Quieres conocer al amor de tu vida? Fácil. Inténtalo con 100 personas. Una de ellas va a ser para ti. Una de ellas bailará al ritmo de tus sueños.

¡Mucha Suerte!

El Anciano Samurai. "Descubre lo que eres para saber lo que vales"

Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. 
A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario. 
Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante.

 El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla. Conociendo la reputación del viejo samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.

Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío. Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo. 


Arrojó algunas piedras en su dirección
y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. 


Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de sus casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, 


los alumnos le preguntaron:

-¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad?


 ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?

El viejo samurai repuso:

-Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?

-Por supuesto, a quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos.

-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos añadió el maestro ...!!


-. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

Nadie nos agrede o nos hace sentir mal: somos nosotros los que decidimos cómo sentirnos. 

Cuando te sientas débil recuerda a aquellos que te han hecho fuerte y cuando tengas dudas recuerda a aquellos que han creído en ti.




Todos deberíamos ser un poco patos.


He leído el siguiente texto relacionado a ciertos aspectos de la vida de los patos que se podrían adaptar a lo que significa el trabajo en equipo en cualquier empresa u organización.

Cada año, los patos como otros animales emigran hacia un lugar más cálido para pasar el invierno, te has fijado que vuelan en forma de V ?.

Conoces el motivo?.



Lo hacen porque al mover sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada de patos aumenta, por lo menos, un 71% más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo.

Cada vez que un pato sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire; se da cuenta de la dificultad de hacerlo sólo y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va a adelante.

Cuando el líder de los patos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar.


Los patos que van atrás graznan para alentar y dar ánimos a los que van adelante para mantener la velocidad.

Cuando un pato se enferma o cae herido por un disparo, otros gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo y protegerlo.

Reflexiones:

En las organizaciones un principio básico que debe reinar, es que todos los componentes del equipo deben compartir una única dirección, con objetivos claros y sobre todo comunes, los logros trabajando en equipo son mejores y más fáciles de conseguir.


En las organizaciones muchas veces se descuida y no se potencia el trabajo en equipo, muchas veces creemos que nuestros resultados son mejores que el de nuestros compañeros y no tenemos en cuenta que trabajando en equipo se pueden llegar a objetivos increíbles.

Algunas frases que tienen que ver con el trabajo en equipo:

- Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.

- Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados.

- Ninguno de nosotros es más importante que el resto de nosotros.

- No preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Pregunta qué puedes hacer tú por él.

- Son tres las cosas que le diría a un equipo para ayudarlo a mantenerse unido: Cuando algo resulta mal: yo lo hice. Cuando algo resulta mas o menos bien: nosotros lo hicimos. Cuando algo resulta realmente bien: vosotros lo hicisteis

Nada se consigue sin ESFUERZO. Hay que trabajar, con motivación, con muchas ganas, no olvides aplicar el método, constancia y organización y si además tienes posibilidad de hacerlo en equipo los resultados se multiplicaran.



¡Acuérdate de soltar el vaso!

A veces en la vida debemos afrontar preocupaciones pero siempre debemos intentar que nos afecten lo mínimo posible. 

 Adjunto un relato que nos hace recapacitar en nuestras preocupaciones, debemos afrontarlas, pero no por mucho pensar y atormentarnos vamos a conseguir solucionarlas, lee este relato y comprenderás que el vaso hay que soltarlo¡

Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la pregunta:


 ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, ella preguntó ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.

Pero la psicóloga respondió: “El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.

El peso del brazo no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado se vuelve. Y continuó: “Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellos todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada.”

¡Acuérdate de soltar el vaso!




¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?


Seguramente alguna vez has puesto mucho empeño en conseguir un objetivo y quizás te has dado cuenta que con el paso del tiempo estabas obteniendo peores resultados, pero debido a las prisas no te has parado a pensar que es lo que está pasando, cuales con son los motivos que hacen que tu rendimiento sea inferior, lo mejor es parar, analizar y buscar soluciones.

Espero les guste el siguiente relato:

"Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno, y las condiciones de trabajo, mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel.

El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.

–Te felicito, sigue así –dijo el capataz.

Animado por estas palabras, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente.

 Así que esa noche se acostó temprano.

A la mañana siguiente se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño, no consiguió cortar más de quince árboles.

–Debo de estar cansado –pensó. Y decidió acostarse con la puesta del sol.

Al amanecer se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol.

Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento.

 El capataz le preguntó:

–¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?

–¿Afilar? No he tenido tiempo para afilar: he estado demasiado ocupado talando árboles”.

Reflexión:

  Cuándo has afilado tu hacha la ultima vez?

Te suena familiar la historia, el esfuerzo y el desfallecimiento de este leñador?. No te recuerda al vértigo, la cantidad de tareas que realizas cada día solamente para llegar a casa y darte cuenta que has dejado mas tareas sin hacer en tu agenda que las que tenias al ingresar en la empresa por la mañana?

Has detenido tu ritmo frenético aun que sea por unos minutos para evaluar y analizar qué estas haciendo y por qué?. Si estas trabajando con los elementos, herramientas o recursos adecuados?. O peor aun, los estas utilizando eficientemente o solo como siempre se los utilizó en la empresa?

Conozco infinidades de pequeñas y medianas empresas que tienen sus computadores solamente para hacer lo mismo que antes realizaban a mano o con su máquina de escribir desperdiciando así, muchas ventajas que tiene el recurso. Es tu caso?

Deberías pensar, reflexionar y te invito a ello, si realmente, mantienes tu hacha afilada o simplemente talas arboles solamente en base a tu esfuerzo físico. Si así lo haces, no te sorprendas al verte exhausto, decepcionado cuando levantas la vista y ves la cantidad de trabajo que tienes por delante. Replánteate qué es lo que haces, y porqué pero también, cómo lo haces. Te aseguro que al cabo de un tiempo, tu día laboral 

(al menos) habrá cambiado.

Permítete esa licencia. Seguro que para cada uno de nosotros afilar el hacha tiene un sentido diferente. 
Algunos pensaran en la formación,
 otros en el descanso, en cambiar la forma de actuar.

 Lo que si tenemos que tener claro es que cuando obtenemos resultados inferiores a los esperados debemos analizar y descubrir cual es el verdadero problema que hace que no podamos obtener nuestros objetivos.

El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar.


Un gran Salto - Pocos se atreven a Darlo




Un millonario promueve una fiesta en una de sus mansiones; en determinado momento pide silencio, la música para, y dice, mirando hacia la piscina donde criaba cocodrilos australianos:

- El que logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis autos... ¿Alguien se atreve?

Espantados, los invitados permanecen en silencio y el millonario insiste:

- El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis autos y mis aviones... ¿Alguien se atreve?

El silencio impera, y una vez más, ofrece:

- El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis autos, mis aviones y mis mansiones...

En este momento, alguien salta a la piscina.

 La escena es impresionante... una lucha intensa, el hombre se defiende como puede, agarra la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola de los reptiles... DIOS MIO... Mucha violencia y emoción.
 ¡¡¡Parecía una película de COCODRILO DUNDE!!! 

Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre, lleno de arañazos, hematomas y casi muerto. El millonario se aproxima, lo felicita y le pregunta:

- ¿Dónde quiere que le entregue los autos?

- Gracias pero no quiero sus autos...

Sorprendido, el millonario pregunta:

- ¿Y los aviones? ¿dónde quiere que se los entregue?

- Gracias, pero no quiero sus aviones...

Extrañado por la reacción del hombre, el millonario pregunta:

- ¿Y las mansiones?

- Yo tengo una bella casa, no necesito de las suyas. Puede quedarse con ellas... No quiero nada que sea suyo...

Impresionado, el millonario pregunta:

- Pero si ud. no quiere nada de lo ofrecido, 


¿qué quiere entonces?

Y el hombre le respondió muy irritado:

- ¡Encontrar al maldito que me empujó a la piscina!

Moraleja: 

Cuantas veces no reconocemos nuestra propia capacidad y requerimos de ese empujón. 

Nuestra vida transcurre entre logros y fracasos, y la autoestima es el valor que nos hace tener plena seguridad en nuestras capacidades, además, da la fortaleza necesaria para superar los momentos difíciles de nuestra vida, evitando caer en el pesimismo y el desánimo.

Igualmente sucede con tu proyectos, si no te atreves a dar el gran salto tal vez nunca te des cuenta de tus verdaderas capacidades, si crees que necesitas "un empujón" para dar el gran salto entonces busca al "maldito para que te empuje", pero sea como sea intenta lanzarte, veras como tus habilidades se activaran para "luchar contra los cocodrilos".

 Recuerden que rara vez sabemos de lo que somos capaces hasta que nos ponemos a ello.

La Rosa y El Sapo


Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Que maravilla al saber que era la rosa mas bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos.


Un día se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordeno al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Esta bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo paso por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces: Vaya que te ves muy mal. ¿Que te paso? La rosa contesto Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo solo contesto, Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín.

Moraleja:
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos, mas bellos o simplemente que no nos "sirven" para nada.. Dios no hace a nadie para que este sobrando en este mundo, todos tenemos algo especial que hacer, algo que aprender de los demás o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes.

Mañana Puede Ser Muy Tarde


Si estas enojado con alguien, y nadie hace nada por arreglar la situación, arréglala tu. Tal vez hoy, esa persona todavía quiera ser tu amiga, y si no la arreglas, tal vez mañana puede ser muy tarde.


Si estas enamorado de alguien, pero esa persona no lo sabe, díselo. Tal vez hoy, esa persona también este enamorada de ti y si no lo dices hoy, tal vez mañana puede ser muy tarde.

Si te mueres con ganas por darle un beso a alguien, dáselo.

Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, si no se lo das hoy, tal vez mañana será muy tarde.

Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado, díselo.

Tal vez esa persona siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.

Si necesitas un abrazo de un amigo, pídeselo. Tal vez ellos lo necesitan más que tu, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.

Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias, díselo. Tal vez también te aprecian, y si se van o se alejan, tal vez mañana puede ser muy tarde.

Si quieres a tus papás, y nunca has tenido la oportunidad de de mostrarlo, hazlo. Tal vez hoy, tienes ahí para demostrárselos, pero si se van, tal vez mañana puede ser muy tarde.

Si pudiéramos aprender, por la mañana, lo que es justo, deberíamos darnos por satisfechos con morir por la tarde.
Confucio

La humildad es algo que se debe llevar en el corazón




Hoy vamos hablar de la humildad, algo que no todos tenemos, pero que es muy necesitado por la humanidad.

Hay personas que piensan que todo el mundo les debe algo, que todos debemos vivir a su ritmo, jamás se dan cuenta o consideran que pudira haber otra persona con mayores apuros y carencias que ellas mismas. Sólo ven por lo que ellos necesitan y quieren.

Muchas veces, son personas muy afortunadas, aunque de ello no se percaten. No saben valorar el esfuerzo que supone para los demás darles o regalarles algo, lo ven como un deber. No sienten necesidad de agradecer nada, actúan como si todo cuanto se les dé fuese el pago de una deuda que se tiene con ellos. Si algo bueno llega al hogar, lo toman para sí mismos sin pensar en los demás, sin pensar en lo mucho que otros en el hogar podrían disfrutarlo, necesitarlo o merecerlo.

Recientemente una persona así visitaba a un humilde amigo, de esas personas que trabajan de sol a sol para salir adelante en un país extranjero.

Se dirigió a él para contarle la maravillosa vida que tiene, lo bien que vive, los placeres que puede permitirse, y el poco esfuerzo que le supone tenerlo. Y yo me pregunto, ¿por qué hay personas que hacen eso? ¿Cómo puede ir alguien a la casa de una persona pobre a decirles que come filete todos los días?

La falta de humildad que a veces tenemos frente a nuestros semejantes es tan triste que hasta me cuesta contar las anécdotas de este ser humano tan pobre de espíritu. Debemos reflexionar antes de hablar sobre aquello que poseemos porque hay muchas personas menos afortunadas que no tienen ni lo más básico para vivir.

La soberbia y falta de humildad pueden alejarte de los demás, de la gente a la que quieres… Pero el orgullo, no sólo aleja a los demás del quien es soberbio, también les aleja de quienes comparten el hogar con él. Pues a fin de evitar al soberbio, también acaban evitando a quienes están con él. Se pueden perder amigos por estar junto a alguien que es tan soberbio que logra proyectar esa fea imagen también sobre ti, por estar con él.

La humildad es algo que se debe llevar en el corazón porque Dios fue el ser más humilde y humillado, pero pese a ello, nos perdonó y sigue perdonando la falta de humanidad que tenemos con nuestros semejantes.

La vida de una persona soberbia es muy mala, pero especialmente estar y vivir cerca de ellos no es bueno para la salud, acaba siendo emocionalmente enfermizo. Si tienes a una persona así cerca de ti, es mejor alejarla o ayudarla a que vea su error, pues no le hace bien a nadie. Seguramente tanto lo uno como lo otro será muy difícil. Hacerle ver su error será casi imposible, porque precisamente su falta de humildad le cegará. Y alejarse, será igualmente complicado, pues cuando te intentes alejar, se te pegará más, como si aún le debieses mucho más, y no tendrá intenciones de perderte, pues es de ti de quien a diario recibe lo que tiene.

Una persona agradecida es la que muchas veces lo ha perdido todo y aún así sigue feliz de haber contado con el amor de las personas que le conocieron, pues aun en su difícil situación, sigue tan humilde como cuando era una persona con una situación envidiable.

La verdad es que no se necesita mucho para ser una buena persona. Tener fortuna o no en la vida, no hace diferencia: podemos no tener nada, y ser agradecidos, siempre atentos a quienes nos rodean. Y también podemos tenerlo todo y no dejar de ser buenas personas, sólo hace falta que sigamos siendo personas sencillas, con valores, que lloran cuando alguien sufre, que nos duele perder a alguien, que estamos atentos y agradecidos por los demás… y que no permitimos que los éxitos se nos suban a la cabeza perdiendo la humildad.

Aprendamos a vivir con lo que tenemos, y seamos buenos con quienes tienen menos que nosotros.
Seamos humildes, y no nos permitamos alardear de lo que la vida nos ha dado.

Autor: Shoshan

Vive como si fuese el último día



Todos los días deberían ser maravillosos, y pueden serlo.


Deberíamos dar cabida a la cosas buenas para que se alojen en nuestros corazones.


Deberíamos... 
Vivir como si fuese el último día

Todos los días deberían ser maravillosos, y pueden serlo. Deberíamos dar cabida a la cosas buenas para que se alojen en nuestros corazones.

Vivamos cada día como si fuese el último, no dejemos pasar un día sin haber hecho algo bueno para ti o para los que te rodean.

Es posible ser feliz, 
es posible vivir una vida gratificante, en plenitud.

Todas las cosas malas se pueden revertir, si alguna vez has hecho algo malo o piensas que has actuado mal, no pienses que eso necesariamente te perseguirá hasta el último de tus días; no es así, cada día que abrimos nuestros ojos supone una nueva oportunidad para volver a hacer las cosas bien, una nueva oportunidad de recomenzar con nuestras vidas.

Vive cada día como si fuera el último.

Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida.
Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza.
Sé Tú mismo.
Pero sé lo mejor de tí mismo.
Ten valor para ser diferente y seguir Tú propia estrella.
Y no tengas miedo de ser Felíz.
Goza de lo bello.
Ama con toda el alma y el corazón.
Cree que aman aquellas personas que Tú amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti.
No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible.
Luego olvídala.
El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios.
Vive cada día a plenitud.
Conquístate a ti mismo. Hoy deseo sugerirte que hagas una experiencia contigo mismo, para beneficio de tu propia vida y de los que te rodean. Se trata de que te decidas a pensar y actuar durante sólo una semana:
“Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré alegre. No me quejaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala. Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en este mundo.

Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, más bien agradeceré, de mis impulsos, pues para triunfar debo superarme, debo tener el dominio de mí mismo. Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pequeños y no pensaré en mis fracasos. Seré agradable. No criticaré a nadie. Olvidaré los defectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada.

Tendré presente que muchos no tienen lo que yo tengo y que el destino feliz pertenece a los que luchan y que el futuro se resolverá en función de la actuación de mis Hoy. No pensaré en el pasado negativo. No guardaré rencor y practicaré el perdón.”

Que lindos pensamientos... No son míos, pero valió la pena leerlos ¿verdad? Si los pones en práctica esta semana, te aseguro que realmente has emprendido la escalada de tu propia conquista, el mundo estará en tus manos y tu horizonte empezará a florecer increíblemente.
Vuelve a hacer planes, no dejes que el hastío y el aburrimiento te tapen el sol, haz de tus días un nuevo renacer, una nueva oportunidad para no cometer los errores del pasado.

Ríe, eso siempre te hará bien, te dará vida, juventud, y contagiarás a los que te rodean de buenas vibraciones. Te querrán y respetarán por tener siempre la palabra justa, la sonrisa cuando un rostro esté triste. Se feliz para que todo lo que haces sea hecho con mucho amor y cariño.

-Tú diriges tus propios sentimientos,
puedes sentirse como quieras-



Si te apetece llorar, no te reprimas, llora lo que haga falta, deja que todos tus sentimientos afloren para que puedas liberarte de todo lo que te aprisiona.

Ayuda a quien pide tu consejo, ofrece unas palabras, unas conversaciones con personas que lo están pasando mal. No sabes cuánto están deseando encontrar una persona que sólo le diga que "aquí estoy", "cuenta conmigo". Y aunque nada te diga, sentirá tu protección, alguien que sabe comprender por lo que pasan. Recuerda que los males de amores son los que no dejan avanzar, son lo que más cuesta sacar de nuestros corazones y de nuestra mente. Tu apoyo es muy importante.

Camina por la vida siendo una buena persona, sintiendo la brisa del aire que nos toca cuando caminamos, si vas por la vida con esa actitud tan positiva, extendiendo tus manos a quien lo necesite, serás una persona que siempre será recordada por su gran entrega.


Se trata de vivir con la máxima intensidad y de sacar el máximo partido a cada experiencia y acción en la que nos involucramos.


Recuerda que no todos sonríen en este momento, tristemente hay muchas lágrimas derramas por todos lados, acércate a los que sufren, deja tu huella en este mundo.

-Regala amor-

No te guardes la bondad ni el amor, repártelo, entrégalo, regálalo, pero que no se quede sólo en ti, porque de nada te servirá el día de mañana. No hay que ser egoístas, deja cosas positivas en tu caminar por esta vida.

-Tú eres luz -

Con tu ejemplo puedes dar luz al mundo, muéstrales a las personas que te rodean que se puede ir ayudando a la gente sin esperar nada a cambio, que la mejor recompensa la tendrás al final de tu vida.

Vive tu vida a tope, recuerda que todos estamos de paso por esta vida y que cada día es como subir a una gran escalera, rocuesta, pero cuando llegues a la cima y mires hacia abajo y veas toda la gente que se benefició de tu bondad, serás la persona más feliz de la tierra.


Busca en tu interior, reencuéntrate, se una persona que es capaz de renacer cada día, en cada amanecer y en cada momento del día. 
Deja que el amor y la bondad inunde tu corazón para que tu interior se ilumine. 
Da lo mejor de ti a quienes viven en tu entorno.

Recuerda que lo único más grande que tú, es Dios, los demás somos todos iguales, pero podemos hacer una diferencia si amamos a nuestros semejantes. Si somos capaces de amar, también seremos capaces de ser amadas.

Viviendo de esta forma y haciendo estas cosas, nuestros días serán maravillosos, por el sólo hecho de haber tenido bondad para con nuestros semejantes nos sentiremos bendecidos.

Asamblea en la Carpintería

He encontrado este cuento de Mamerto Menapace que nos hace reflexionar sobre el trabajo en equipo y sobre todo nos deja claro que siempre tenemos que destacar, descubrir nuestras cualidades y dejar atrás lo que opinan de nosotros.


     No pensar en nuestros posibles defectos y creer en nuestro potencial. Cada persona llevamos internamente oculto unas cualidades que hacen que seamos únicos y que además si lo compartimos en equipo podemos llegar a ser verdaderamente increíbles.


       ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea.

Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.

 ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido!

 Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.


El martillo acepto su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera para algo.




Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija.

Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En esto entro el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo.

Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente la tosca madera, se convirtió en un fino mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.




Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:
-"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos.


 Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos ".


La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de su fortaleza y de trabajar juntos.

Ocurre lo mismo con los seres humanos. 


Observar y lo podéis comprobar.


Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos.

Es fácil encontrar defectos, cualquiera puede hacerlo. Pero encontrar cualidades, eso es para las personas superiores que son capaces de inspirar los éxitos humanos.

Tú puedes ser ese tipo de personas, encuentra cualidades en ti y en el equipo, destacar defectos no sirve para nada, aprovecha las cualidades y nada te podrá parar. 





El país de las cucharas largas

Un viajero se encontró un día ante un sinuoso desvío. Como era curioso, lo siguió. El camino terminaba en una sola casa enorme. 
En la puerta, un cartel anunciaba:

“País de las cucharas largas”

Esta comarca está integrada sólo por dos habitaciones

El hombre cruzó la entrada y avanzó por un pasillo. No había dado más que unos pocos pasos cuando escuchó, detrás de una puerta, un concierto de lamentos y quejidos. 
Por supuesto, se apresuró a entrar.

Sentadas alrededor de una mesa enorme, había cientos de personas. En el centro de la mesa estaban los manjares más exquisitos que cualquiera podía imaginar y aunque todos tenían una cuchara en la mano, se estaban muriendo de hambre. 
El motivo era que el mango de cada cuchara era mucho más largo que sus brazos y estaba fijado a la mano de cada comensal. 
De este modo, todos podían servirse, pero nadie podía llevarse la cuchara a la boca.

La situación era tan desesperante, y los gritos tan desgarradores, que el hombre salió del salón. 
Se encontró delante de otra puerta, en todo similar a la primera. Alentado porque no escuchaba ningún lamento, el viajero giró el picaporte y entró en el segundo cuarto.

Cientos de personas estaban sentadas frente a una mesa, colmada de alimentos. 
También cada persona tenía una larga cuchara fijada a la mano.

Pero nadie se quejaba ni se lamentaba. 
Nadie pasaba hambre, porque ¡se estaban dando de comer unos a otros! 


Reflexión: En ocasiones solo queremos pensar en solucionar nuestros problemas y tenemos que tener en cuenta que ayudando y compartiendo podemos encontrar soluciones que no se nos habían ocurrido. 


Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas. 



Toma las oportunidades de la vida


Aprovecha las oportunidades 

que la vida te da,
porque una vez las dejamos ir 
y queremos remediarlo,
ya es demasiado tarde.

Muchas veces por no tomar riesgos dejamos pasar muchas cosas, entre ellas el amor, la familia, e incluso la iglesia; y todo porque ese día no nos apetece, porque tenemos pereza, o no tenemos tiempo…

Siempre existe una razón para dejar pasar las oportunidades que nos concede la vida:

Cuando conoces a una persona que te gusta, pero no lo dices, pensando y esperando que llegue un momento mejor para hablar con aquel ser… pero un día cualquiera te das cuenta que ya no está disponible, le has visto con otra persona y te enojas porque no eres tú quien pasea de su brazo, porque esa persona se ve feliz y tú no. Tuviste la oportunidad y la perdiste, no todas las cosas giran en nuestro torno, todo tiene su tiempo.

Cuando te ofrecen un trabajo pero no te gusta, es muy poco para ti o está lejos de tu casa. No lo piensas y lo dejas pasar, pero te está costando encontrar un trabajo para ti y tus hijos, o simplemente para que puedas vivir por tu cuenta, independientemente. Recorres días completos y nada, no encuentras trabajo; vuelves a lo que ya habías visto, pero la plaza laboral que antes te ofrecieron ya ha sido ocupada. ¿Por qué no lo tomaste? Desde ese trabajo podías haber ampliado tus horizontes y quizás con algo en las manos tendrías una mejor oportunidad para encontrar otras cosas, pero no, has dejado escapar la oportunidad.

Cuando no te sientes bien con algún familiar y te duele mucho que no te reconozcan en nada: Sientes poco cariño y aprecio por parte de la familia, y en tu orgullo dañado no eres capaz de ir y mostrar amor a quien te está tratando mal. No tienes fuerzas para pagar con bien el mal, ¿pero cómo vamos hacer eso? Sería denigrante. Y cuando por fin decides ir a ver tu familia, ya no puedes, ha pasado tanto tiempo que en vez de acercarse a ti se han alejado mucho más porque nunca estabas presente en los eventos importantes de la familia (fallecimientos, cumpleaños, aniversarios, fiestas, etc.) Ya es tarde, nadie está dispuesto a dejarse atropellar por ti, pues estás tan alto que difícilmente ves lo que está por debajo de ti. Has vuelto a dejar pasar la oportunidad de estar con tu familia y ser feliz con ellos.

Cuando tienes algo bueno ante tus ojos, y no la aprecias hasta que falta. Pasas y ves hermosas flores, el campo te muestra una gran variedad de cosas hermosas que son una bendición para los ojos, pero estás tan sumida en tus pensamientos, tan deprimida, tan amargada, que no te das cuenta de las maravillas que Dios te muestra. La próxima vez que vuelvas al campo las flores ya no estarán, los coloridos campos verdes se vuelve de un solo color, monótono y apagado porque llega el invierno; sólo verás soledad y tristezas en el paisaje y recordarás las veces que pasaste por allí sin pararte a respirar y disfrutar de tanta belleza que Dios había puesto ante tus ojos, has vuelto a dejar pasar la oportunidad.

Cuando tienes hijos, pero tiempo productivo con ellos. Te dedicas tanto tiempo a trabajar, a estar con las amistades, a salir de fiestas y disfrutar la vida, que cuando llegas a casa ya todos duermen, y casi no les ves. Cuando te das cuenta están tan grandes que ya no los puedes controlar. Te has perdido unos buenos años de crecimiento en los que el aprendizaje de los principios morales y de la buena conducta son muy importantes, pero se te escapó de las manos. Hoy tus hijos tienen vida propia y te critican todo el tiempo por no haber estado. Has vuelto a dejar escapar la oportunidad de ver a tus hijos moldeados a tu manera.

No dejemos escapar los momentos que Dios nos regala en la vida, toma tu tiempo para todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes escapar las cosas de tus manos. Las oportunidades muchas veces se presentan una sola vez en la vida, y si no tienes la sabiduría de verlo lo habrás perdido todo.

Dios nos da muchas oportunidades, pero eso no quiere decir que todo lo que deseemos estará siempre disponible. Así es en la vida, se nos presentan oportunidades y las dejamos ir, y cuando queremos remediarlo ya es demasiado tarde.

La Caña y el Roble, ejemplo de flexibilidad.

Cuenta la fábula que al borde de un lago crecieron a la vez un roble y una caña. 
El tiempo pasó y el roble se hizo grande y fuerte.
 A menudo miraba la caña y le decía: 
“Mira lo pequeña y débil que eres. No aguantas nada de peso. 

La menor brisa te hace doblarte hasta rozar el agua. Me das pena. Ni la más fuerte de las tormentas podría romperme. Ni siquiera sé porque estoy hablando contigo. Deberías sentirte muy halagada.”


A la caña le daba mucha pena ver como el roble se había convertido en un ser presumido y soberbio. Un día llegó una tormenta muy fuerte. Enseguida la caña se dobló, mientras el roble luchaba con todas sus fuerzas para mantenerse en pie. Durante un tiempo lo consiguió, pero el tiempo empeoró y la tormenta se convirtió en un tornado.

 La fuerza del viento fue tal que arrancó el roble. Cuando el temporal amainó, unos leñadores aparecieron y lo cortaron en unas horas.


La caña, triste por su vecino, pensó: 


“Me doblo, pero no me rompo. Que pena que tanta soberbia y vanidad le hayan llevado hacia tal extremo”.


La flexibilidad te permite distinguir oportunidades, vislumbrar nuevos caminos, saborear lo diferente, descubrir lo desconocido.

El precio del éxito es trabajo duro, dedicación y la aceptación de que si ganamos o perdemos nos hemos esforzado al máximo para alcanzar nuestro objetivo.

Esta fábula nos hace pensar que en los momentos que estamos pasando, la flexibilidad es importante, nadie por muy fuerte que parezca tiene asegurado un puesto. Ya sabes antes de que comience a soplar el viento, evoluciona, modifica tus costumbres, prepárate, formate y sobre todo busca alternativas al posible tornado.




El Paquete de Galletas

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. 
La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. 
Buscó un banco en el anden central y se sentó preparada para la espera. 
Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente, la señora observó cómo aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.


 La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer como que nada estaba pasando.


Así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. 

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.


El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dió cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta. 

"-No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco. ¡Gracias! - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad. De nada - contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.


Entonces el tren anunció su partida... 
La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el anden y pensó: "¡Que insolente, que mal educado, que ser de nuestro mundo!". Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto.

El Amor y La Locura

Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre. 
Cuando el aburrimiento bostezaba por tercera vez, la locura como siempre tan loca propuso: 
“Vamos a jugar a los escondidos”.

 La intriga levantó el ceño extrañada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó:

¿A los escondidos? ¿Y eso cómo es?

Es un juego, explicó la locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden, y cuando ya haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.

El entusiasmo bailó secundado por la euforia y la alegría dio tantos saltos que terminó de convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse.
 ¿Para qué?
Si al final siempre la hallaban, y la soberbia pensó que era un juego muy tonto, en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella, y la cobardía prefirió no arriesgarse.

Uno, dos y tres, empezó a contar la locura.

La primera en esconderse fue la pereza que como siempre, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La fe subió al cielo y la envidia se encontró tras la sombra del triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos,
que si un lago cristalino para la belleza;
que si la hendija de un árbol:
perfecto para la timidez; que si el vuelo de una mariposa:
lo mejor para la voluptuosidad,
 que si una ráfaga de viento: magnífico para la libertad, y así terminó en ocultarse en un rayito de sol.

El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero solo para el.
 La mentira se escondió en el fondo de los océanos, mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris,
y la pasión y el deseo en el cuarto de los volcanes. El olvido, se me olvidó donde se escondió,
pero, eso no es lo importante,
Cuando la locura estaba contando 999.999,
el amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado, hasta que al fin divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.

Un millón contó la locura y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la pereza solo a tres pasos de una piedra.
 Después se escuchó a la fe discutiendo con Dios sobre zoología y a la pasión y el deseo las sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la envidia, y claro, pudo deducir donde estaba el triunfo.
El egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el solito salió de su escondite, resultó ser un nido de avispas.

De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago descubrió la belleza, y con la duda resultó todavía más fácil, la encontró sentada cerca sin decidir aun de que lado esconderse.

Así fue encontando a todos.
El talento, entre la hierba fresca, a la angustia, en una oscura cueva, a la mentira, detrás del arco iris, mentira si estaba en el fondo de los océanos, y hasta encontró al olvido, ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero solo el amor no aparecía por ningún sitio.
La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montañas, y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó.
 Las espinas habían herido los ojos del amor.
La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo, Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra:

  El amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

Es una locura amar, a menos


de que se ame con locura.
 


Probablemente, más de alguna vez escuchaste el dicho 
“EL AMOR ES CIEGO” 
y es que cuando nos enamoramos, percibimos las cosas de forma distinta.
 Lo cierto, es que se trata de mucho más que un dicho popular. 
La ciencia ha dado pruebas de que el amor sí es ciego, ya que la naturaleza y nuestro cerebro se encargan de que en un principio no veamos los defectos del otro. Se trata de un rasgo evolutivo, que contribuye a preservar la especie subiendo las posibilidades de procreación.

Los científicos también pudieron demostrar que el Amor de una Madre a un hijo también es ciego y provoca la misma sensación de bienestar,
Se ha demostrado, además, que durante el parto, se liberan las hormonas y neutrotransmisores como la oxitocina, endorfinas y adrenalina.
 Las tres, tienen un efecto positivo sobre el cerebro y, de cierta manera, provocan una sensación de enamoramiento y bienestar con respecto al bebé, dejando de lado todo el sacrificio y cansancio del nacimiento.

La naturaleza es sabia y nuestro cerebro está programado para manejar nuestras emociones dirigiéndolas a un instinto básico: la preservación de la especie y el cuidado de los más débiles, asegurando el futuro de la especie humana.


Y tú ¿crees que el amor es ciego?

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